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El Gobierno desautoriza la intención del PNV de cambiar la ley de Suelo en el Parlamento

Los peneuvistas plantean modificaciones sustanciales en aspectos básicos del proyecto

El PNV ya había advertido el pasado marzo de que era necesario "pulir" el pacto cerrado entre el consejero de Vivienda, Javier Madrazo, y el PSE sobre el proyecto de ley de Suelo, el principal del departamento para esta legislatura. El envite se tradujo ayer en la presentación formal de una propuesta en el Parlamento que supone dar un vuelco completo al texto, divide a los dos socios y amenaza con abrir una crisis en el seno del Gobierno si no se reconduce a tiempo. Para complicar más la situación, el Gobierno reiteró, por boca de su portavoz, Miren Azakarate, su respaldo formal al texto tal y como Madrazo lo cerró con los socialistas. El proyecto cuenta además con el apoyo de EA, el otro socio del Ejecutivo, y de Aralar.

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Un apoyo del PP

El choque que ayer se produjo en la ponencia parlamentaria que analiza las enmiendas presentadas al proyecto era casi inevitable. El PNV había seguido desde el primer momento con un incómodo silencio todos los movimientos de Madrazo y Ezker Batua (EB) para sacar adelante su iniciativa. Por una parte, le debe lealtad en tanto que socio de gobierno, pero, por otra, las ostensibles reticencias mostradas por la influyente Asociación de Municipios Vascos-Eudel, que controla el PNV, le llevaban a no sofocar los fuegos que se creaban.

La ley no pudo ser aprobada la pasada legislatura porque el adelanto electoral hizo imposible un debate sosegado. Con la lección aprendida, EB forzó que el Consejo de Gobierno aprobase en una de sus primeras reuniones del actual mandato el proyecto, con el mismo texto del ya rechazado, y lo remitió de inmediato al Parlamento en octubre pasado. Tras muchas negociaciones, Madrazo logró cerrar un acuerdo con el PSE en marzo, que incluía cambios de calado en la ley, pacto que fue posteriormente bendecido por todo el Gobierno.

Los nacionalistas apoyaron con sus votos el rechazo de las enmiendas de totalidad presentadas por PP y EHAK y parecía que el camino quedaba definitivamente libre a la aprobación de la primera ley de Suelo vasca. Euskadi es la única comunidad autónoma que carece de un texto normativo al respecto.

Pese a esos dos apoyos consecutivos al proyecto de Madrazo, el PNV llevó ayer a la Cámara una propuesta que modifica de forma sustancial los términos del acuerdo entre EB y el PSE, hasta articular prácticamente un nuevo modelo y una alternativa en toda regla al proyecto de ley. La principal diferencia estriba en los porcentajes de reserva de viviendas protegidas en suelos urbanos y urbanizables. El PNV pretende además que el acceso a los sorteos de los pisos protegidos sea universal, es decir, sin límite de ingresos, y que las diputaciones sigan teniendo la última palabra a la hora de aprobar los planes generales de ordenación de los ayuntamientos.

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La tensión que se vivió ayer en el seno de la ponencia cuando los peneuvistas plantearon su propuesta muestra lo que se están jugando los partidos. Aunque se preveía el intento del PNV por introducir algunos retoques, los cambios son de gran envergadura.

Actuación "tramposa"

El parlamentario peneuvista encargado de este debate, Juan Antonio Arieta-Araunabeña, cree que la propuesta de su partido "es la solución al problema de la vivienda". Admitió que al PNV el proyecto le parece "muy bueno", pero a la pregunta de qué hará su formación si el resto de partidos no atiende sus propuestas, respondió con un enigmático "ya veremos".

El viceconsejero de Vivienda, Javier Deán, presente en el debate en la ponencia, mostró primero su sorpresa ante los planteamientos peneuvistas y después los rechazó. Más contundente se mostró el PSE, cuyo representante en la ponencia, Jesús Loza, calificó la actitud del PNV de "oposición" al Gobierno que dirige y de actuación "tramposa". "Aprueban el proyecto en Consejo de Gobierno y ahora tratan de darle la vuelta como a un calcetín en el Parlamento. Es de una gran irresponsabilidad cuando estamos viendo que la vivienda es el principal motivo de preocupación para los ciudadanos vascos y ahora hay una oportunidad de sacar una buena ley", destacó.

Frente a la desorientación creada en sus socios, el Ejecutivo formalizó su respaldo al pacto cerrado con los socialistas, cuya validez defendió con claridad la consejera portavoz, Miren Azkarate: "El Gobierno hace suyo el texto que aprobó en el Consejo de Gobierno y que remitió posteriormente al Parlamento. Además del contenido del actual proyecto, el Ejecutivo "también da por bueno todo el proceso posterior de negociación que se llevó a cabo y que permitió alcanzar acuerdos con PSE-EE y Aralar".

Azkarate rechazó cualquier amenaza de crisis en el tripartito por este asunto. "El Gobierno va bien", zanjó. Vivienda y EB optaron por no decir nada en público y delegaron en la portavoz.

Un momento de la reunión de ayer de la ponencia que analiza la ley de Suelo.
Un momento de la reunión de ayer de la ponencia que analiza la ley de Suelo.PRADIP J. PHANSE

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