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Reportaje:

Mucho más que un apellido

Joakim Noah, hijo del tenista, lidera a Florida en su primer título de baloncesto universitario

La universidad de Florida logró su primer título de baloncesto al derrotar por 73-57 a UCLA de la mano de un soberbio Joakim Noah. Si Carmelo Anthony explotó hace tres años con Syracuse para convertirse luego en una de las grandes estrellas de la NBA, para el joven hijo del ex tenista francés Yannick Noah, que lideró a los Gators con una gran actuación, el camino se antoja similar. Por mucho que haya declarado en estos días que aún no está preparado para dar el salto al profesionalismo y que la NBA le aburre, puede en estos momentos, a sus 21 años, competir con los mejores. Si el ataque no es una de sus mayores virtudes, con su enérgica defensa y su visión causaría un impacto inmediato en cualquier equipo. Esta vez anotó 16 puntos, cogió nueve rebotes, regaló tres asistencias y puso seis tapones, récord en una final estudiantil, además de contagiar de fuerza a sus compañeros y desmoralizar a sus rivales. Él sólo asustó a los hombres altos de UCLA, que prefirieron no acercarse por su territorio.

Para la universidad de Los Ángeles el escenario era perfecto. En Indianápolis, la ciudad que vio nacer a su ya mítico ex entrenador John Wooden, y con la presencia en la grada de dos de las grandes leyendas que han vestido su uniforme, Kareem Abdul-Jabbar y Bill Walton, UCLA no encontró explicación a la sólida actuación de los Gators y en el aspecto defensivo fue una caricatura de la muralla que había construido durante el torneo. Con los cameruneses Luc-Richard Mbah y Alfred Aboya asustados ante Noah, sólo el base, Jordan Farmar, estuvo a la altura de las circunstancias, pero únicamente mientras tuvo puntería.

Con la mayoría de sus jugadores cumpliendo su segundo año universitario, los Gators tienen margen de maniobra al menos para renovar el título en 2007, pero siempre y cuando Noah elija repetir la aventura en Gainsville. Y no se sabe qué esperar de él, ya que es de los que entran sin llamar a la puerta. El pasado curso, la única razón por la que la hinchada le conocía era por compartir apellido con uno de los tenistas más carismáticos. Por lo demás, salía al parqué para correr, saltar y luchar, pero sin dar mucho sentido a su juego.

Cuando estaba en el instituto, Noah ya pareció escribir la misma historia. A los 17 años fue recogepelotas del prestigioso torneo ABCD, que se convierte durante unos días en plataforma de los jóvenes talentos para dar el salto a la universidad o a la NBA. Con 18 se ganó una invitación para el mismo, lo bordó y consiguió una beca para jugar en Florida a pesar de ocupar la 75ª posición en la clasificación de los jugadores de su clase. Antes del evento, se antojaba que Noah acabaría jugando en Harvard o Yale, las dos únicas universidades que le seguían desde hacía algún tiempo gracias a sus espectaculares notas y que no son precisamente famosas por sus conjuntos de baloncesto.

Tras calentar banquillo durante gran parte de la pasada temporada como suplente de David Lee, ahora jugador de los Knicks de Nueva York, y jugar cuatro minutos de media durante los pasados play-offs, Noah se ha convertido en la estrella del momento. Y lo ha conseguido al estilo americano. Con una mezcla especial de talento, esfuerzo y carisma. Eclipsado durante la primera mitad del campeonato por sus compañeros Corey Brewer y Al Horford, mucho más valorados que él hasta la llegada de la cita final, ha sido elevado a la categoría de héroe. Así que tiene que sentirse muy bien en estos momentos Noah, quien, a falta de diez minutos para la conclusión del partido, se permitió el lujo de mandar besitos a las animadoras de los Gators.

A Billy Donovan este título le convierte en el tercer deportista en alcanzar una Final a Cuatro universitaria como jugador -lo hizo con Providence en 1985- y ganarla como entrenador. Los otros dos son Dean Smith y Bobby Knight.

Yannick Noah felicita a su hijo, Joakim, envuelto en abrazos.
Yannick Noah felicita a su hijo, Joakim, envuelto en abrazos.AP

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