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CÁMARA OCULTA
Columna
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Con el saco a cuestas

Una película de 35 milímetros es de lo más antiguo del mundo. Se compone de cinco o más latas, según la duración de la historia, cada una de ellas con unos cientos de metros de la película en cuestión, que un proyeccionista debe unir con algún pegamento (el cello es habitual) hasta componer un solo rollo que debe subir con energía a un enorme proyector, del cual importa, y mucho, la intensidad de la lámpara. Hace pocos días se veía al director venezolano Román Chalbaud transportar personalmente una copia de su excelente El caracazo, que se presentaba alternativamente en los festivales de Málaga, Toulouse y Pau. Era una imagen prehistórica la del gordito Chalbaud acarreando en un saco aquel mamotreto, mientras que lo que cuenta su película es vivísimo y actual: la masacre con que se reprimió en Caracas el estallido social de febrero de 1989, que dio origen a los cambios políticos vividos en Venezuela.

Se ataca exclusivamente al 'top manta', que apenas supone el 10% de la piratería

Juan Cueto explica en Fotogramas que estamos anticuados. Ya no sólo la tele, el vídeo, el DVD, las bajadas de Internet y otros cómodos (aunque no perfectos) sistemas de visionado han hecho obsoleto el saco de cinco latas, sino que la forma de distribuirse este material también se está renovando de continuo. Hasta las empresas de alquiler o venta de DVD modernizan sus servicios, sirviéndolos ahora a domicilio y en muy poco tiempo. O se modernizan o naufragan, como acaba de ocurrirle a la cadena Blockbuster. Es ya tópico decir que ahora se ven más películas que nunca... aunque no sea precisamente en la pantalla grande.

Los dueños de los cines españoles por fin se han atrevido a denunciar las presiones que sufren por parte de las multinacionales americanas, que les cobran un potosí por el alquiler y les dictan cómo, cuándo y dónde deben realizar las proyecciones. De paso arremeten contra la ley que les obliga a la exhibición de una película comunitaria por cada tres dobladas procedentes de otros países. Gente de cuentas asegura que esta última exigencia ha mermado sus ingresos durante los últimos cinco años en 840.953.531 euros, que ya es hilar fino deducir una cifra tan exacta. Están asustados, en fin, por el vértigo de los nuevos tiempos. No es para menos.

Asegura Juan Cueto que, como reacción a tanta novedad técnica, en España se ataca exclusivamente al top manta, que en realidad apenas supone el 10% de la piratería; el problema está, según él, "en las difíciles aduanas del ciberespacio". Tarde han protestado públicamente los exhibidores españoles contra "el funcionamiento del cártel" de las empresas multinacionales, cuando ya éstas están tratando de ponerse al día. Esta semana, por ejemplo, Universal ha vendido su histórico catálogo a una empresa de Internet. Según la ministra Calvo, el gusto por el cine americano ha descendido este año en España en un 10%, es lo que dice que ha subido el cine español. Cifras y cifras mientras seguimos con el saco a cuestas.

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