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El Madrid se juega el segundo puesto con Woodgate, pero sin Guti

Sólo resta pelear por el segundo puesto. Ésa es la convicción que parece que se ha instalado en el vestuario del Madrid. Una opinión fundada. Tras el empate del pasado domingo ante el Betis, en el Bernabéu, los blancos están ya a 11 puntos del Barcelona cuando apenas quedan 30 por disputarse. Además, en los tres últimos encuentros -contra el Arsenal, el Valencia y el Betis- no han marcado. Una circunstancia infrecuente.

De puertas afuera, sin embargo, el discurso mantiene ese tono retador y optimista que la realidad ha ido desmintiendo jornada a jornada. "No hay nada imposible. Hay que ganar y aguardar a que el Barça tropiece", decía ayer, por ejemplo, el lateral brasileño Cicinho. También Casillas, tras el choque con los verdiblancos, mantenía la llama de la esperanza. Y todos así. En privado, claro, el discurso es diferente.

El nuevo presidente del club, Fernando Martín, ha declarado que el objetivo mínimo es quedar en la segunda posición. No es irrelevante. El subcampeón del torneo se ahorra jugar la molesta ronda previa de la Liga de Campeones. Un acontecimiento menor que se celebra en pleno agosto, cuando el equipo tiene mejores planes. Hace dos campañas, con José Antonio Camacho en el banquillo, ya tuvo que pasar ese peaje previo. Hubo de medirse al Wisla de Cracovia. Ganó, pero descabaló la estrategia del club y originó los primeros desencuentros entre el técnico murciano y la plantilla. Un desencanto que concluyó un mes después con la dimisión irrevocable del preparador que se despidió asegurando que no el vestuario era "ingobernable".

Los jugadores regresaron ayer a los entrenamientos. Los titulares tuvieron "una suave sesión de recuperación", como describen los técnicos a estas prácticas soñolientas tras los partidos. Woodgate, sin embargo, se ejercitó al mismo ritmo que el resto tras haber estado un mes, otro, lesionado. Pero Guti y Pablo García no podrán jugar mañana en Zaragoza. El uruguayo, porque sigue lesionado, aunque ya se entrena con normalidad, y el madrileño, porque está sancionado al haber cumplido un ciclo de cinco tarjetas amarillas. Raúl Bravo sufre una contractura en el aductor de la pierna izquierda y su concurso es dudoso.

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