_
_
_
_
_

La Ertzaintza carga contra manifestantes que querían homenajear a dos etarras muertos

El posterior repliegue policial permitió que la marcha llegara al cementerio de Portugalete

Un dispositivo sin precedentes de la Ertzaintza (policía vasca) en un gran municipio impidió ayer el homenaje que la izquierda abertzale tenía previsto tributar en Santurtzi (Vizcaya) a Igor Angulo, el preso de ETA que se suicidó el pasado lunes en la cárcel de Cuenca. La policía cargó varias veces posteriormente contra la marcha de más de un millar de personas que se improvisó tras la prohibición. La policía optó por replegarse después y los manifestantes llegaron al cementerio de Portugalete para recibir el féretro con el cuerpo de Roberto Saiz, el segundo preso de ETA muerto en prisión esta semana.

Más información
Otegi convoca una jornada de huelga y movilización por la muerte de dos presos de ETA

Desde primera hora de la tarde, la plaza principal de Santurtzi estaba completamente controlada por un dispositivo policial que incluía decenas de furgonetas y de agentes de la Brigada Móvil, cuerpo de élite de la Ertzaintza, y numerosos efectivos de Seguridad Ciudadana. El operativo para impedir el homenaje, que pretendía realizar a las cinco y media, estuvo toda la tarde apoyado por un helicóptero de la policía vasca.

Más de un millar de personas se reunió en una de las calles adyacentes a la plaza con la intención de realizar una manifestación hasta el cementerio de Portugalete, donde se esperaba la llegada del segundo preso de ETA que ha muerto esta semana en las cárceles españolas, Roberto Saiz, Baru. La autopsia, conocida ayer, confirmó la versión oficial del fallecimiento por un infarto agudo de miocardio.

De ese millar de personas salió un grupo de dirigentes de la ilegalizada Batasuna, comandado por Arnaldo Otegi, entre los que estaban Joseba Permach, Pernando Barrena y el portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, con la idea de hablar con la policía vasca. Otegi transmitió al mando policial su intención de dar el último adiós a un gudari (luchador) y le preguntó si su alternativa era "machacar a la gente". El mando policial le recordó que el acto era ilegal y que tampoco iba a permitir una manifestación prohibida.

Minutos después de las cinco y media, la marcha, encabezada por varios dirigentes independentistas (entre ellos Permach, Imanol Iparragirre y Ana Lizarralde) con una pancarta en la que se exigía la vuelta de presos a Euskal Herria, empezó a andar. Los manifestantes corearon gritos en favor de la lucha, contra el PNV y el PSOE y advirtieron de que "el pueblo no perdonará" el "asesinato" de los dos presos muertos. Unos 10 minutos más tarde, la cabecera fue interceptada por seis furgonetas de la Ertzaintza, cuando entraba por las calles de Portugalete, municipio que está pegado a Santurtzi. Todas las paredes estaban plagadas de carteles en los que se acusaba a la "política de dispersión" de ambos "asesinatos" Los manifestantes entonces comenzaron a gritar contra los agentes, a los que llamaron "asesinos" y "perros", y a favor de la independencia. "Lo que habéis hecho lo vais a pagar", gritaban en euskera justo en el momento que los agentes realizaron la primera carga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La cabecera optó por sentarse en la calzada y apenas si retrocedió. Volvieron a gritar contra los policías Y los manifestantes respondieron con el lanzamiento de piedras, botellas y hasta un paraguas y cruzando contenedores. Las sucesivas cargas no lograron disolver a los abertzales, que aguantaron hasta que la Ertzaintza decidió replegarse a las seis y cuarto, entre los aplausos y el envalentonamiento generalizado de los presentes, que habían realizado un cordón para proteger la cabecera. Varias personas resultaron heridas y contusionadas. La policía optó por permitir al final la manifestación y el grueso de sus efectivos se acantonaron en las inmediaciones del cementerio de Portugalete.

La marcha llegó hasta las inmediaciones del camposanto, donde se detuvo para esperar la llegada del féretro. Durante una hora y media se vivió una calma tensa. En una valoración de urgencia, Permach acusó al Gobierno de Ibarretxe de mandar "a la policía de Balza" contra personas mayores y manifestantes pacíficos. Pasadas las ocho, el féretro fue introducido por la puerta de atrás del cementerio. Varios dirigentes de Batasuna, entre ellos Otegi, mostraron su pesar a los familiares de Saiz. La marcha se disolvió sin incidentes.

La jornada estuvo precedida por numerosos ataques que comenzaron la madrugada del sábado. Los más graves se produjeron en Navarra a medianoche, cuando un grupo de radicales cortó con un fuego durante 45 minutos la línea férrea Castejón-Alsasua a la altura de Etxarri Aranaz. También cortaron con neumáticos ardiendo la autovía de la Barranka, en Bakaiku.

En Vizcaya, a las nueve y media de la noche, desconocidos atacaron con cócteles dos cajeros y una oficina de Correos de Durango. También fue atacado en Markina el Juzgado de Paz y una oficina de seguros de Barakaldo. A última hora de ayer, los radicales apedrearon un batzoki (sede social del PNV) y una oficina bancaria en Portugalete; mientras que en la localidad navarra de Villava fue atacada con pintura la sede de los socialistas. En la fachada escribieron la palabra "Asesinos".

Agentes de la Ertzaintza cargan contra la manifestación, que finalmente llegó a Portugalete.
Agentes de la Ertzaintza cargan contra la manifestación, que finalmente llegó a Portugalete.FERNANDO-DOMINGO ALDAMA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_