Víctimas del 11-M piden que se reabra la comisión de investigación

Las víctimas del 11-M convocadas al congreso de Valencia siguen sin explicarse por qué se cerró la comisión parlamentaria de investigación del atentado. Curiosamente, ninguna víctima se refirió a la pesquisa judicial y sólo una se preguntó si de verdad se ha depurado alguna responsabilidad política por lo sucedido aquella mañana, en la que 10 bombas segaron las vidas de 191 personas y de sus familias y trastocaron para siempre las de los casi 2.000 heridos.

La demanda de que se investigue a fondo el 11-M la planteó en primer lugar María de los Ángeles Domínguez, presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. "¿Es que el Gobierno no quiere saber la verdad? ¿Deberíamos preocuparnos en caso de que se reabra la comisión de investigación? Yo exijo una investigación, seria, eficaz, sin obstruccionismos. Queremos saber. Es nuestra cruzada, con la AVT, para saber la verdad", se preguntó y se contestó, sin referirse a quién gobernaba el día del atentado.

La única referencia en ese sentido vino de Gabriel Morris, quien perdió a su hijo Juan Pablo en ese ataque terrorista. "¿Qué responsabilidades políticas se han depurado?", se preguntó antes de contestarse: "Han hecho un pacto de silencio y nos han enfrascado en debates inútiles para distraer la atención del 11-M".

"Mirar hacia delante"

Laura Jiménez, una estudiante a la que el atentado postró en una silla de ruedas y cuyo embarazo frustraron las bombas de los trenes, hizo un relato sobre la entereza necesaria para superar su situación. Esta joven, ante quien hace un año el juez Juan del Olmo se comprometió a aclarar todo el atentado, hizo un sentido recuerdo de Irene Villa y su madre, ambas mutiladas por las bombas de ETA. "Ellas son la viva imagen de que se puede, de que mirar hacia delante y luchar es posible", explicó.

Los antedichos, al igual que Ángeles Pedraza, madre de una joven asesinada en esta acción terrorista, y Gabriel Moris, lanzaron al aire sendas preguntas sobre sus dudas del 11-M, escritas en un papel que se fueron pasando. Las demandas coinciden con los 100 interrogantes que, a juicio del PP, quedan en la pesquisa.

Por su lado, Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, exigió que no se manipule el llanto y que, de una vez por todas, "se deje de preguntar de quién son los muertos". Manjón acababa de ser increpada por dos personas a la puerta del congreso, que le dijeron que, además de los del 11-M, hay otras víctimas. "Ya vale de preguntar de quién son los muertos, de que intenten manipular nuestro llanto. No podemos caer en manos de aquellos que pretenden una utilización partidaria de nuestro dolor ni permitir que seamos utilizadas como moneda de cambio", dijo.