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Reportaje:EL DEBATE NUCLEAR

Se ofrecen 12 millones por un almacén nuclear

El Gobierno estudia y busca candidaturas de pueblos españoles para albergar residuos radiactivos

Los residuos radiactivos son lo más parecido que existe a la eternidad. Las barras de combustible gastado de las centrales nucleares emiten radiación durante decenas de miles de años, y hace 10.000 años el hombre estaba saliendo del Neolítico. Los residuos se han convertido, por encima de la seguridad, en el talón de Aquiles de la energía nuclear, el argumento que deja balbuceando a sus defensores.

En España hasta ahora la solución ha sido que no hay solución. Cada central nuclear alberga sus barras de combustible en piscinas que refrigeran el uranio. Eso ya no basta. En 2009 se saturará la capacidad de almacenamiento de la central de Cofrentes (Valencia) y en 2010 tienen que regresar de Francia los 13 metros cúbicos de residuos de alta actividad y 665 de media actividad de Vandellòs I que el Gobierno envió allí en 1989. A partir de esa fecha, España pagará una penalización de 49.545,17 euros por día de retraso (más la inflación). Mucho dinero. Hay que buscar una solución. El centro de Enresa en El Cabril (Córdoba) no sirve para estos materiales. Enresa tiene prisa y argumenta que un solo almacén es más seguro que siete (uno en cada central) y además, tres veces más barato, como argumentó su presidente, José Alejandro Pina, el pasado 19 de enero ante la mesa de Industria sobre la energía nuclear. El Gobierno ha optado por un Almacén Temporal Centralizado y ha descartado el Almacén Geológico Profundo, la obra faraónica para enterrar los residuos bajo tierra. "Un almacén centralizado es una instalación industrial, de 240 metros de largo y 78 de ancho, ampliable por módulos, construido a prueba de terremotos y explosiones", explican fuentes de Enresa. La empresa da los datos porque ya ha enviado un proyecto genérico de almacén al Consejo de Seguridad Nuclear para que dé el visto bueno y acelerar los trámites. "Es una obra grande pero no compleja. Tiene mucho encofrado pero sabemos hacerlo", explica esta fuente de Enresa. El proyecto costará 600 millones.

Las localidades con centrales son candidatos, pero temen ofrecerse. En un año hay elecciones

Casi cualquier lugar es apto. La instalación no precisa requisitos especiales de suelo o de estabilidad. La única condición es que se minimicen los transportes de combustible y que, a ser posible, tenga ferrocarril para llevar el combustible gastado. Los residuos se almacenan en unas cápsulas metálicas envueltas en hormigón que se ventilan mediante cuatro chimeneas de 45 metros.

Cuando funcione, deberá guardar 6.730 toneladas de residuos de alta actividad, 84 vidrios de alta actividad, 1.022 bidones de 220 litros, 126 contenederos con residuos tecnológicos, 1.320 bidones de 225 litros de magensio y grafito más los residuos del desmantelamiento de las centrales. La ingeniería está dominada, falta la sociología. ¿Por qué un pueblo iba a querer albergar los residuos de toda España? "Pues porque el que se lo lleve fijará población, dará esperanza a una generación y tendrá nuevos equipamientos. Si un alcalde tiene longitud de miras, lo querría", explica un directivo de Enresa que prefiere no dar su nombre. Ante el revuelo que cualquier movimiento de Enresa suscita en muchos ayuntameintos, la empresa ha optado por la discreción.Además de la población, el ayuntamiento que acoja el centro recibirá 12 millones de euros al año de Enresa (que actualmente se dividen entre los pueblos con centrales nucleares) más un centro de investigación en la transmutacíón, la ciencia que pretende conseguir que los materiales radiactivos se desintegren en otros con menos actividad. En total, 100 personas trabajarían en el centro de investigación y el pueblo recibiría nuevas carreteras para llegar y para una posible evacuación. Además, según Enresa una central nuclear es más peligrosa que el almacén, porque en este caso los residuos no se manipulan. Aunque Enresa sólo vende ventajas, los candidatos no abundan. Nno públicamente. José Alejandro Pina afirmó en la revista de la empresa que ha recibido 12 candidatos. "No son serios. Algunos son particulares que ofrecen su terreno sin contar con el ayuntamiento", explican fuentes de Enresa. Uno de los alcaldes afectados señala que la petición la hizo un vecino sin apoyo del ayuntamiento. "Que me den 12 millones que me voy a Suiza", dicen que dijo.

El emplazamiento no saldrá de estas propuestas, explica el gerente de la Asociación de Municipios con Municipios en Areas de Centrales Nucleares, Marià Vila, ideólogo del programa mediante el que se elegirá el lugar. "Una comisión formada por el Congreso, el Gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos recibirá las candidaturas y analizará la viabilidad de cada una. De allí saldrá una terna, y los ayuntamientos en cualquier momento podrán retirarse", explica. Vila reconoce que el proceso será complicado y recuerda que "en 2007 hay elecciones municipales".

Vila insiste en que todos los municipios, no sólo los nucleares, son candidatos. Sin embargo, el sector coincide en que lo más probable es que acabe en uno de estos pueblos, donde la población está más o menos acostumbrada a convivir con la energía nuclear. De todas formas, ya guardan los residuos de sus centrales.

Almonacid de Zorita (Guadalajara) es uno de los pueblos con más papeletas. La central de Zorita (que emplea a 271 de sus 800 habitantes) se apaga el 30 de abril. Sin embargo, su alcalde, Gabriel Ruiz del Olmo, del PP y empleado de la central, no lo quiere: "El cierre será duro, pero no queremos el almacén". Ruiz del Olmo sí admite que no le importaría tener una nueva central.

Cualquier lugar tendrá protestas y manifestaciones. Los ecologistas han tejido una red de organizaciones locales dispuestas a levantarse. Carlos Bravo, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, da conferencias por todos los pueblos con centrales contra el almacén: "Creemos que construir un almacén sin establecer un calendario de cierre de la energía nuclear es un error. Es como ver que la bañera rebosa y ponerse a baldear el agua sin cerrar el grifo antes". La intención de Enresa es tener un emplazamiento en junio de 2006 y empezar la construcción en 2008. El almacén temporal está previsto para 100 años. Puede parecer mucho, pero es que la escala de los residuos nucleares es distinta a la nuestra.

EL MAYOR PROBLEMA DE LA ENERGÍA NUCLEAR

- Las nucleares guardan ahora los residuos, pero comenzarán a rebosar en 2009. Cada año se producen 160 toneladas de residuos radiactivos durante decenas de miles de años.

- Enresa ya ha diseñado un almacén en superficie para los próximos 100 años que costará 600 millones y el Gobierno pretende tener un emplazamiento antes del verano.

- Enresa tiene 12 ofertas pero no las considera serias. Algunos alcaldes temen anunciar su candidatura porque en 2007 hay elecciones municipales y temen perder.

- Los ecologistas afirman que se opondrán en cualquier lugar mientras Industria no anuncie un calendario de cierre de la energía nuclear.

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