Llamazares logra imponer por un voto su línea de pactos con el PSOE
Gaspar Llamazares demostró ayer que en Izquierda Unida las mayorías y las minorías apenas se han movido en los últimos meses, y la tensión no remite. En un claro pulso de fuerzas, la oposición interna, encabezada por Felipe Alcaraz, presidente del PCE, logró sumar, entre abstenciones y votos en contra, sólo un voto menos que los apoyos del coordinador para seguir adelante con su política de "oposición influyente" del Gobierno del PSOE. La presidencia votó la línea a seguir en los próximos meses y el resultado fue de 36 votos a favor de la propuesta de la dirección, 5 en contra y 30 abstenciones, entre ellas las de la mayoría de la federación madrileña, liderada por el diputado Ángel Pérez, que hasta hace unos meses apoyaba a Llamazares.
Los críticos exigen al líder que pase claramente a la oposición y deje de sostener al PSOE porque este partido ha cambiado de socios, y ahora se apoya en CiU y el PNV, la "derecha nacionalista". Llamazares reconoció que esto podría empezar a pasar, y admitió que las propuestas de reformas fiscales y laborales del Gobierno, por ejemplo, no van en la línea de "profundos cambios de izquierdas". Pero apostó por la línea de "oposición influyente" que ha mantenido hasta ahora y que genera tantas críticas dentro de su organización. Y dijo que si el PSOE se va con CiU y el PNV, IU promoverá un "polo crítico y movilizador" de la izquierda para impulsar las reformas pendientes.
Dificultades con el Estatuto
Llamazares, conocedor de las críticas que luego le harían muchos dirigentes, realizó lo que él mismo definió como una "autocrítica": "Hemos tenido dificultades a la hora de articular una posición clara sobre las reformas estatutarias. Hemos tenido problemas de visibilidad". Los críticos le han reprochado que no se opusiera desde el primer momento a las partes más polémicas del Estatuto catalán, precisamente las que el PSOE ha logrado retirar en la negociación.
La reunión de ayer, con una asistencia notable para lo habitual en Izquierda Unida, fue muy bronca, según varios asistentes, sobre todo cuando se trató otro asunto clásico en la federación: la política de alianzas con Iniciativa per Catalunya. La formación catalana ha firmado un protocolo con Los Verdes, la formación que tiene esa marca ecologista en España, para impulsar una plataforma electoral al margen del PSOE e Izquierda Unida, esto es, para competir con ellas. Francisco Garrido, el líder de Los Verdes, es diputado y fue elegido en las listas socialistas tras un pacto. ICV e IU forman un grupo parlamentario conjunto llamado Izquierda Verde.
Llamazares admitió su preocupación. "Hay que dar un toque de atención para que esta iniciativa se explique por parte de ICV y para que en ningún caso quienes compartimos grupo parlamentario compitamos en el ámbito electoral". Al final, y tras una tensión notable, se aprobó crear una comisión en la que estarán los fieles a Llamazares y los críticos para pedir explicaciones a ICV.
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