Irán califica los dibujos de Mahoma de "ataque organizado al mundo musulmán"
Manifestaciones multitudinarias de fieles a la salida de las mezquitas en los países islámicos
Irán calificó ayer la publicación de las caricaturas de Mahoma de "ataque organizado al mundo musulmán" y pidió una reunión extraordinaria de la Organización de la Conferencia Islámica. "Este gesto despreciable prepara el camino para una guerra psicológica contra los musulmanes", aseguró uno de los más destacados dirigentes iraníes, Alí Akbar Hachemi Rafsanyani, durante el sermón del viernes en la Universidad de Teherán. Como en la mayoría de los países islámicos, los fieles se manifestaron a la salida de la plegaria.
Gritos de "¡Muerte a Dinamarca!" se alternaban con los habituales "¡Muerte a América!" en repulsa por la actitud del diario danés que publicó las viñetas con la imagen del profeta. Concentraciones similares se organizaron en otras ciudades iraníes y fueron profusamente difundidas por la televisión.
"Es otra metedura de pata de Occidente", afirmó Rafsanyani, que tachó las caricaturas de blasfemas. "Los musulmanes y los Gobiernos han reaccionado tras las manifestaciones. Espero que les sirva de lección", añadió el presidente del Consejo de Discernimiento. "Si la libertad de expresión consiste en poder insultar al ser más querido por una cuarta parte de la población mundial, esto irá a peor", advirtió el clérigo. "Nuestro deber es anteponer nuestra compasión y nuestra bondad", señaló no obstante.
En Indonesia, el país con mayor número de musulmanes del mundo, varios cientos de radicales islámicos arrasaron el vestíbulo del edificio que alberga la Embajada de Dinamarca en Yakarta. Al grito de "¡Dios es el más grande!" rompieron lámparas y quemaron una bandera danesa, gesto que también se repitió en Egipto.
Pero nada reflejó el dolor causado a los creyentes musulmanes como las lágrimas del jeque saudí Saleh ben Hamed. El clérigo, que dirigía la plegaria en la mezquita de La Meca, rompió a llorar cuando daba cuenta "de la formidable defensa de nuestro maestro y bien amado Mahoma". Arabia Saudí y otros países de la península Arábiga decidieron boicotear los productos daneses después de que el martes 17 ministros árabes solicitaran al Gobierno danés un castigo para los autores de las caricaturas.
Las protestas, aunque generalizadas, no han sido multitudinarias. En Pakistán, el único país que se quejó al embajador danés cuando los dibujos aparecieron por primera vez en septiembre, los grupos de oposición apenas lograron movilizar a unos pocos centenares de seguidores en Lahore y Karachi. Igual sucedió en la multiétnica Malaisia. Sólo en Dakha, la capital de Bangladesh, se rondaron los 4.000 manifestantes.
"Pongan freno a su ilimitada libertad de expresión, o no se librarán de ella", advirtió a los reunidos el líder del Hizbut Tahrir, el maulana Kazi Morshedul Hoq. "No podemos aceptar un insulto deliberado a nuestro profeta, y puede provocar consecuencias graves", añadió el opositor bangladesí. "Como musulmanes, tenemos un gran corazón para perdonar, pero eso no significa que las viñetas ofensivas sobre el islam tengan que seguir publicándose. Tiene que ponerse fin a eso", manifestó el presidente afgano, Hamid Karzai, en tono más conciliador.
En ese contexto de malestar generalizado entre los musulmanes, el ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Mottaki, telefoneó al secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Akmaleddin Ihsanoglu, para pedirle una reunión extraordinaria, según informó la agencia Irna. En opinión de Irán, el insulto de algunos medios europeos contra el Profeta requiere una reacción del foro que agrupa a 56 países islámicos. Mottaki propuso que se discutan los factores que hay detrás del "ataque organizado contra el mundo musulmán".
ARRECIA LA CRISIS DIPLOMÁTICA
- "Es otra metedura de pata de Occidente", dice Alí Akbar Hachemi Rafsanyani
- Copenhague insiste en no pedir disculpas y Washington califica de "ofensivas" las viñetas
- España pide respeto simultáneo a las creencias religiosas y a la libertad de expresión
- El boicoteo de los productos daneses se extiende a todos los países del golfo Pérsico
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