Kate Moss declara ante la policía en una comisaría de Londres

La modelo Kate Moss, de 32 años, fue interrogada ayer durante cerca de 80 minutos por la policía británica, que quería escuchar su versión sobre su supuesto consumo de cocaína, un escándalo que le costó importantes contratos publicitarios con Chanel y Burberry.

Kate Moss, con gafas oscuras y un abrigo claro, se presentó voluntariamente en la comisaría de Scotland Yard, de Wellington House, en Londres. Fotógrafos y periodistas intentaron hablar con ella, pero no quiso hacer declaraciones. Stuart Higgins, representante de la modelo en Londres, confirmó que Moss había "acudido voluntariamente a la policía y para ayudar en la investigación, como siempre dijo que haría al regresar".

La supermodelo británica no había vuelto a pisar suelo británico desde que el pasado septiembre el Daily Mirror publicara unas fotos en las que aparecía en un estudio de grabación supuestamente esnifando cocaína junto a su novio de entonces, el cantante y drogadicto confeso Pete Doherty. Tras someterse a una cura de desintoxicación en una clínica de Arizona (Estados Unidos), Moss se dedicó a viajar por el mundo para cumplir algunos compromisos publicitarios o simplemente disfrutar de vacaciones junto a su hija de tres años, Lila Grace. La policía trata de averiguar quién suministró la droga que presumiblemente consumió para remitir eventualmente el caso a la fiscalía de la Corona.

Si se decide procesar a los implicados en aquel escándalo, además de Moss podrían comparecer ante la justicia Doherty, que ingresó en prisión el pasado viernes por otro delito de drogas, y el productor del disco del cantante y ex miembro de Clash, Mick Jones.