La policía mata de un tiro en la espalda a un hombre que huía en una furgoneta
Un "delincuente habitual", según la policía, falleció en la madrugada de ayer en Coslada, tras recibir un tiro en la espalda durante una persecución policial por las calles de la localidad con una furgoneta sustraída, según la Jefatura Superior de Policía. El fallecido es Manuel C. G., de 44 años, quien había sido arrestado poco antes junto a Juan Manuel G. A., de 37, también con numerosos antecedentes policiales.
Los dos hombres fueron sorprendidos cuando circulaban en una furgoneta robada en el distrito de Puente de Vallecas. Los hechos ocurrieron sobre las 4.20, cuando los agentes les iban a pedir que se identificaran al sorprenderles manipulando un objeto que parecía un arma de fuego, según la policía. Cuando los sospechosos detectaron la presencia policial, embistieron a los agentes y se dieron a la fuga. En ese momento, los policías iniciaron una persecución llevando encendidas las sirenas y los rotativos luminosos.
El conductor de la furgoneta transitó por calles en dirección prohibida, arrastró a otros coches estacionados y puso en grave peligro a los ciudadanos que había en las inmediaciones, sobre todo jóvenes en zonas de ocio.
Los sospechosos alcanzaron la M-50, en dirección a Leganés, donde se desplegaron los siete vehículos policiales que les perseguían. "Agentes del Cuerpo Nacional de Policía efectuaron varios disparos intimidatorios, dado que no existía en los alrededores posibilidad de peligro contra la vida de otras personas", añadieron fuentes policiales.
Un proyectil atravesó el asiento del copiloto y alcanzó a Manuel C. G., quien poco después falleció en comisaría, donde en principio no mostró síntomas ni dijo haber sido alcanzado.
Sin embargo, poco después de entrar en dependencias policiales, el fallecido aseguró encontrarse mal y acto seguido se desplomó. Los agentes le practicaron un masaje cardiaco, al tiempo que se solicitó una unidad médica, cuyos facultativos apreciaron una herida de bala sin salida, en el lado izquierdo del tórax.
El proyectil le había entrado por la espalda o por un costado, según fuentes policiales. Ni la víctima ni los agentes se habían percatado de la herida hasta ese momento, en cuyas ropas no se apreciaban manchas de sangre.
Las primeras diligencias practicadas muestran, según la Jefatura Superior de Policía, que la furgoneta robada presentaba varios impactos de proyectil a la altura de las ruedas y que uno atravesó el asiento delantero del copiloto.
A Manuel C. G. le constaban tres antecedentes por robo y otras tantas detenciones por reclamación judicial, mientras que Juan Manuel G. A. tiene cinco detenciones por robos, detención ilegal y agresión sexual y tráfico de drogas.
