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El Santander abre una nueva batalla bancaria al eliminar comisiones a los mejores clientes

La medida afectará a 2,2 millones de cuentas, una tercera parte del total

Íñigo de Barrón

El cobro de las comisiones se ha convertido en el nuevo caballo de batalla de la banca por el malestar que genera en los clientes. El Santander ha decidido no cobrar por las cuentas, transferencias y tarjetas a los clientes que trabajen más con el banco, es decir, que cuenten con una hipoteca, la nómina o pensión domiciliada o un plan de pensiones activo. En esta situación están 2,2 millones de clientes, un tercio del total. La entidad dejará de ingresar 82,5 millones, que espera compensar con la captación de 860.000 clientes, y del mayor negocio de 5,3 millones de personas que ahora trabajan poco con el banco.

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Los bancos y cajas han aumentado las comisiones a sus clientes un 156% en los últimos 10 años

El movimiento de las comisiones cero presentado ayer por el Santander no supondrá el mismo terremoto que las supercuentas que lanzó en 1989 (cuando empezó a pagar por los ahorros que no estaban remunerados), pero obligará a reaccionar a sus competidores. No hay que olvidar que el Santander controla casi el 10% del mercado de bancos y cajas en España.

De hecho, a las pocas horas del anuncio del Santander, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) anunció una medida casi idéntica. Bancaja también anunció que eliminaba las comisiones de administración y mantenimiento de todas las cuentas de sus clientes particulares, más de dos millones, así como las de todas las transferencias en España y la UE sin exigir que tengan productos concretos, informa Rosa Biot.

Los productos clave

A partir de hoy, la rebaja del pago de comisiones afectará a los clientes del Santander que tengan hipoteca o nómina o pensión domiciliada o un plan de pensiones activo. También favorecerá a los que trabajan con la división de banca privada, de banca personal y a los cotitulares de los tres grupos anteriores.

El beneficio no afecta a todas las comisiones, sino a aquellas relacionadas con la cuenta corriente. Es decir, incluye el cobro por el mantenimiento y la administración de cuentas; emisión o renovación de tarjeta de débito, (no la de crédito); transferencias nacionales o a la Unión Europea hasta 50.000 euros; ingreso y emisión de cheques; consulta de saldos y movimientos o retirada de efectivo en los cajeros del Santander. Es decir, la entidad seguirá cobrando en las operaciones realizadas en la red 4B.

Fuera de este paquete están el cobro por la gestión de los fondos de inversión, los seguros y otras operaciones financieras más sofisticadas que podría hacer el cliente. Tampoco se incluye a los clientes empresariales.

El Santander, la tercera entidad comercial de España, situada tras el BBVA y La Caixa, está considerada como un banco que cobra gran número de comisiones, lo que le provoca perder 300.000 clientes de los 750.000 que capta cada año. Otros bancos y cajas de ahorros rivales, los más importantes del mercado, han lanzado campañas de tarifa plana, para evitar las quejas de los clientes.Este producto consiste en el pago de una cantidad fija que permite un número limitado de operaciones con la cuenta, pero la iniciativa del Santander, que no afectará a las oficinas de Banesto ni a las de Banif (integrados en el grupo), va más lejos. La quinta parte de las quejas de los clientes que recibe el Banco de España están relacionadas con las comisiones, aunque sólo el 15% sabe cuánto paga por los servicios bancarios.

Según el máximo responsable de Banca Comercial, Enrique García Candelas, un cliente paga 100 euros de media anual al banco. Sin embargo, los clientes vinculados abonan unos 40 euros, ya que están exentos de algunos cobros.

El Santander, que ha lanzado una fuerte campaña comercial en prensa y televisión, quiere que los mejores clientes dejen de pagar "aquello que tanto les molesta". Para ello han revisado "cada concepto" y han "empezando de nuevo", dice su publicidad.

Este eslogan sugiere el reconocimiento de errores en su actitud con los clientes. Sin embargo, García Candelas discrepa y dice que sólo se trata de vincular más a los mejores clientes y que los más de cinco millones inactivos traigan el negocio de otras entidades. "Cada día las personas trabajan con menos bancos y nosotros queremos ser su primera entidad", afirma este directivo. El hecho es que el margen que obtiene el Santander con los que tienen pocos productos es menos de un tercio que con los vinculados.

García Candelas también negó que este movimiento estuviera relacionado con las fuertes campañas de ING Direct y otros bancos por Internet que no tienen comisiones. "Ellos no aplican comisiones a algunos productos. Nosotros lo hacemos con todo y queremos ser su principal banco, no su otro banco", dijo.

Los 82,5 millones que la entidad va a dejar de cobrar "son una inversión y no un gasto", dice el responsable de banca comercial. En su opinión, en 2006 se van ingresar más dinero porque se espera captar 860.000 clientes, 110.000 más de lo que capta habitualmente. De ellos, 540.000 clientes deben estar en la categoría de vinculados. García Candelas cree que esta medida será difícil de imitar porque se basa en la potente tecnología del sistema Partenón.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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