El Museo Diocesano de Lleida aprueba buscar el acuerdo con Aragón

La consejera de Cultura, Caterina Mieras, consiguió ayer que los cinco miembros del Consorcio del Museo Diocesano y Comarcal de Lleida firmaran una propuesta de acuerdo de colaboración entre los gobiernos de Cataluña y Aragón y los respectivos obispados para desencallar el conflicto por la vía política. El acuerdo prevé el respaldo del consorcio en el caso de que los dos gobiernos y las dos diócesis acepten la resolución judicial en relación con la propiedad de estos bienes en el ámbito del derecho canónico y respeten la catalogación de las colecciones.

El consorcio, integrado por la Generalitat, el Consejo Comarcal del Segrià, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento y el Obispado de Lleida, se reunió ayer bajo la presidencia de Mieras. En la sesión se aprobó el documento marco que servirá para iniciar negociaciones con Aragón a distintos niveles para poner el patrimonio religioso en litigio, formado por un centenar de piezas, al alcance de los ciudadanos de ambas comunidades a través de diferentes fórmulas de colaboración. Éstas serán exposiciones itinerantes conjuntas, acciones museográficas compartidas, edición de un catálogo conjunto, becas de investigación e itinerarios de turismo cultural. La titular de Cultura se comprometió también a mantener catalogadas las obras con independencia de cuál sea la resolución última del Vaticano.

El acuerdo exige un reconocimiento de la historia común de las comarcas aragonesas y catalanas que habían formado parte de la diócesis, así como el esfuerzo realizado por el Obispado de Lleida en la conservación de este patrimonio a lo largo de los años. Las dos partes también se han comprometido a trabajar conjuntamente para elaborar un plan de actuación que instrumente la difusión de este patrimonio en beneficio de la salvaguarda, la coherencia histórica, científica y museográfica de las colecciones que se conservan en los museos diocesanos de Lleida y de Barbastro-Monzón.

Crispación en Aragón

El acuerdo se ha producido en medio de una situación de máxima crispación, especialmente en el bando aragonés. Ayer mismo, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, remitió una carta al nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, en la que pide que se devuelvan de inmediato al Obispado de Barbastro-Monzón las 113 piezas de arte propiedad de las parroquias aragonesas, "según han reconocido en sentencia firme el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y la Congregación de los Obispos". Iglesias recuerda en su carta el litigio mantenido en los tribunales eclesiásticos y que en ese tiempo, las instituciones civiles, "y especialmente el Gobierno de Aragón, hemos mantenido el compromiso de respetar escrupulosamente las decisiones que se adoptasen en el orden canónico, por entender que la cuestión litigiosa correspondía a esta jurisdicción y que, además, era jurisdicción adecuada no sólo para el reconocimiento de los derechos en litigio, sino también para asegurar su cumplimiento".

Iglesias concluye recordando la paciencia de los aragoneses en estos 10 años de pleitos; por eso finaliza: "Me permito urgirle para que intervenga ante el obispo de la diócesis de Lérida con el fin de que éste acate la sentencia, firme y confirmada, del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y entregue inmediatamente la totalidad de las piezas". El Gobierno de Aragón ya ha dicho que no firmará ningún acuerdo con la Generalitat si no regresan las piezas.