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Reportaje:

Aerolíneas chinas, a plenos vuelos

Las compañías chinas de capital privado empiezan a competir con las públicas

El auge del sector aéreo, debido al tirón de la economía y la demanda de la creciente clase media, ha creado un nicho de mercado para un nuevo grupo de compañías de capital privado en China, que intenta romper el monopolio de las grandes aerolíneas nacionales y regionales. De momento, hay registradas cuatro. Para los fabricantes aeronáuticos, como Airbus, representan una fuente adicional de pedidos.

Las aerolíneas privadas chinas han eliminado las comidas gratis, han reducido el número de auxiliares de vuelo y venden billetes por Internet
East Airlines ha anunciado la compra de 10 aviones Airbus A320, mediante un crédito del consorcio europeo, y el alquiler de otros 10

East Star Airlines, una empresa con sede en Wuhan (capital de la provincia central de Hubei) ha anunciado la compra de 10 aviones Airbus A320, mediante un crédito del consorcio europeo, y el alquiler de otros 10 a GE Commercial Aviation Service (Gecas), la filial financiera del conglomerado estadounidense General Electric. La operación, valorada en unos 12.000 millones de yuanes (1.260 millones de euros), es la mayor realizada hasta la fecha por Airbus y Gecas con un transportista privado chino, y pone de relieve la transformación que está viviendo el sector en la potencia asiática.

East Star Airlines recibió la aprobación de la Administración General de Aviación Civil china para operar el pasado junio, y planea iniciar los vuelos en mayo del año que viene, una vez haya recibido los primeros aparatos, cuya entrega se extenderá a lo largo de cinco años. La aerolínea, propiedad del grupo turístico e inmobiliario privado China East Star, ofrecerá servicio a una decena de destinos interiores, como Shenzhen, Nanjing o Xian. "Se prevé que la demanda aérea de Wuhan se dispare gracias al crecimiento de la economía de la ciudad y a su importante localización. En especial, hacen falta vuelos a las capitales de las provincias vecinas", dijo Lan Shili, presidente del grupo, tras la firma del contrato el pasado lunes. Según Lan, los aviones que llegan y salen de Wuhan van casi al máximo de su capacidad.

El incremento de la demanda de transporte aéreo experimentado en China en los últimos años ha creado un abanico de oportunidades para pequeñas compañías, que ofrecen vuelos a bajo coste al rebufo del ejemplo de Easy Jet y Ryan Air, en Europa, o Southwest Airlines, en Estados Unidos.

Agencias de viaje

Okay Airways, la primera que logró el permiso, comenzó a operar en marzo pasado. Tiene su base en la ciudad de Tianjin. Tras ella, llegaron United Eagle Airlines y Spring Airlines (propiedad de Spring International, una de las mayores agencias de viaje del país). Al igual que Okay, Spring decidió evitar las rutas más frecuentadas como Pekín-Shanghai, para centrarse en el mercado para turistas y viajes de negocios.

Esperan competir así con los tres grandes transportistas estatales -Air China, China Eastern y China Southern-, que en los últimos años han absorbido otras aerolíneas dentro del proceso de concentración puesto en marcha por el Gobierno para mejorar su competitividad.

Para reducir los costes, las nuevas aerolíneas han tomado medidas como eliminar las comidas gratis, reducir el número de auxiliares de vuelo o vender billetes sólo a través de Internet. Esperan, de este modo, reproducir el modelo de negocio que ha florecido en Europa y Estados Unidos.

Pero la situación no es la misma. Las regulaciones chinas amenazan con convertirse en plomo para las alas de estas compañías y frenar su despegue. Algunos expertos consideran que tienen poco margen para limitar los costes de operación, ya que en algunas rutas los precios de los billetes deben ser fijados de acuerdo con los criterios de Aviación Civil.

Una muestra de las dificultades es el caso de Okay, que el mes pasado dijo que se ha visto obligada a rehacer su modelo de negocio de bajo coste, debido a que las restricciones gubernamentales han hecho prácticamente imposible su supervivencia. Tras apenas siete meses en el mercado, ha tenido que adoptar un modelo más convencional. La prensa local anunció el mes pasado que Korean Air estudia adquirir un 25% de Okay, mientras que otro inversor surcoreano tomaría un 24%. Según la revista Caijing, United Eagle, con sede en Chengdu (capital de Sichuan), está negociando, por su parte, con Singapore Airlines, y Spring, sita en Shanghai, también está estudiando vender una participación a un socio extranjero. Las normativas chinas fijan en un 25% el máximo que puede comprar un inversor foráneo en una aerolínea, y en el 49% el total en manos extranjeras.

Para los fabricantes como Airbus, Boeing o el brasileño Embrear, la creación de nuevas líneas aéreas es una buena noticia. El consorcio europeo, que tiene en la actualidad un 28% del mercado chino, se ha fijado como objetivo llegar al 50% en ocho años. Las espadas están en alto. Según Boeing, China necesitará 2.600 nuevos aviones en los próximos 20 años, lo que multiplicará por cuatro la flota actual.

China necesitará 2.600 nuevos aviones comerciales en los próximos 20 años.
China necesitará 2.600 nuevos aviones comerciales en los próximos 20 años.AFP

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