El dúo británico Eurythmics reedita su discografía y graba dos canciones nuevas

Fueron la gran pareja rara del pop de los ochenta. Con su impactante imagen, Annie Lennox y Dave Stewart facturaron un rico cancionero que iba desde el techno pop al soul moderno.

Fueron la gran pareja rara del pop de los ochenta. Con su impactante imagen, Annie Lennox y Dave Stewart facturaron un rico cancionero que iba desde el techno pop al soul moderno. Ahora, a través de Sony BMG, el dúo recupera remasterizados sus ocho álbumes de estudio -con excepción de la banda sonora para el filme 1984- y añade un total de 44 temas extra. También se lanza una antología en un solo CD, Eurythmics ultimate collection, en la que se incluyen 17 éxitos y dos canciones nuevas, I've got a life y Was it just another love affair?, compuestas espontáneamente cuando ambos coincidieron en Los Ángeles y visitaron un estudio de grabación.

Cuesta desarrollar una entrevista fluida con Annie Lennox (Aberdeen, 1954), y más en una conversación telefónica que ha requerido infinidad de llamadas. Por ejemplo, no tiene mucho que decir sobre esta inmensa reedición: alega que ha transcurrido demasiado tiempo, que ya no recuerda exactamente las circunstancias en que grabaron piezas tan inesperadas como la tierna Tous les garçons et les filles, de Françoise Hardy, o la arrogante Hello I love you, de The Doors.

Sí insiste en que Eurythmics ofrecía esencialmente pop, aunque con formas electrónicas: "David y yo veníamos de The Tourists, que era el típico grupo de guitarras que duró tres o cuatro años. Pero conectamos con Conny Plank y nos abrió los oídos al mundo de los sintetizadores. Si eres un poco curioso como músico, disfrutas experimentando con la tecnología".

Experimentaba con la tecnología, pero no con su vida. Annie Lennox explica hoy que su imagen ambigua o los cueros sadomasoquistas de vídeos y portadas eran un juego, una manera de atraer atención en un negocio donde lo visual iba adquiriendo máxima relevancia: "Intuía que atraeríamos a un público homosexual, de ambos sexos, pero yo creo que no engañé a nadie. Se sabía que yo era heterosexual. Y además, una mujer de manual, alguien terriblemente romántica y convencida de que sólo estaría completa como parte de una pareja".

Sus dos matrimonios han fracasado, aunque le han dejado dos hijas, Lola y Tali, que son, afirma, "el centro de mi existencia, tienen prioridad sobre mi carrera". Siempre que es posible, procura que ellas compartan su activismo social.

África

Annie Lennox es cómplice de Nelson Mandela -"es extraordinario hablar de política con él"- en su combate contra el sida en África. También se apuntó a los conciertos organizados por Bob Geldof para presionar a los países del G-8, un evento global aplastado por el estruendo de las bombas en Londres: "Fue un golpe bajo, difuminó todas las esperanzas creadas por Live 8. De todos modos, nunca debemos olvidar que eso es un horror casi diario en Irak".

Está muy frustrada con Tony Blair: "Es un aliado en la campaña de Haz que la pobreza pase a la historia, pero no comprendo que nos haya metido en una guerra, a pesar de tanta oposición. El mismo primer ministro que obedece a criterios morales en la cuestión de la pobreza crónica es capaz de saltárselos para conseguir una porción del petróleo iraquí. No puedo leer un periódico sin estremecerme: alguna responsabilidad tenemos por esas tropas que disparan sin avisar, bombardean civiles, torturan a prisioneros y demás atrocidades".

Su voz se ha endurecido, y alcanza un registro de indignación. Alguien que está a su lado la tranquiliza: "Es Dave, acaba de terminar otra entrevista". Ya más relajada, se maravilla Annie de la hiperactividad de su compañero en Eurythmics: "Dave sólo es feliz cuando tiene 10 ideas en marcha; le encantaría que volviéramos a actuar. Ha montado Platinum Weird, un dúo con una compositora neoyorquina. Y creo que también está desarrollando dos o tres series para televisión".

Evasiva, prefiere no hablar de sus propios proyectos: "Llevo años luchando por no planificar mi vida. Habrá un nuevo disco en solitario, el cuarto, cuando tenga necesidad de expresarme y si realmente hay algo que contar. En realidad, me preocupa más saber cuándo podré escaparme a mi casa de Mallorca".