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La Real, el equipo más goleado, siguiente prueba para los madridistas

Vanderlei Luxemburgo pasará su primer examen de recuperación en Anoeta, un lugar que no es precisamente el teatro de los sueños para el Real Madrid y que en épocas invernales adquiere una dimensión más singular. El Madrid, muy herido, encontrará en Anoeta una Real en construcción, es decir un equipo sin término medio, capaz de vivir un drama por la lesión de Darko Kovacevic y al propio tiempo darse el gustazo de jugar en Málaga sin extranjeros en la alineación titular. La Real, hoy por hoy, es un proyecto que, sin embargo, no acaba de quitarse los tics de su inmediato pasado.

Situada en la mitad de la tabla, eliminada de la Copa del Rey por un segunda B, el Zamora, la lesión de Kovacevic ha afectado a sus cimientos. Tan grande fue el susto, que la Real inmediatamente ha tirado de su archivo particular y ha encontrado a un internacional esloveno sub 21, Stevanovic, para cumplir con el ritual del mercado invernal. La economía manda y la Real no está para dispendios espectaculares. Se apuesta por un joven valor y a esperar que fructifique como Kodro, Kovacevic y Karpin, las triple K que adornó una gestión deportiva luego llena de borrones y apuestas fallidas.

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Mientras tanto, el entrenador blanquiazul, José Mari Amorrortu, elevó el listón de su apuesta en Málaga con una alineación sin extranjeros (Nihat salió en el minuto 68) y con nueve futbolistas formados en la cantera de Zubieta. Sólo Álvaro Novo (ex del Atlético de Madrid) y Garitano (ex del Eibar) escapaban a la cantera realista, la gran apuesta en estos tiempos con la tesorería maltrecha.

Nerviosismo

Probablemente, hace muchísimos años que ningún equipo junta en su alineación tantos futbolistas criados en su terreno. Pero la Real perdió (3-1) y acrecentó sus problemas estructurales. A pesar de su tranquilidad clasificatoria, es el equipo más goleado de la Liga (24 tantos) y sus errores en las jugadas a balón parado son abundantes.

Tampoco el portero, de nombre futbolístico Riesgo, que viste de amarillo y luce el número 13, ayuda en estos casos. Y la sangría de goles le ha devuelto el nerviosismo. Tres partidos consecutivos perdiendo hacen dudar a más de uno, sobre todo cuando el gol parece un asunto exclusivo de la sociedad Nihat-Kovacevic. Junto a ellos merodean buenos futbolistas (Barkero o Xabi Prieto) que pisan poco el área o panzers del estilo Uranga o De Paula, llamados a la entrega y el sacrificio.

Acosada por las deudas y con algunas subvenciones en el alero -según el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas-, en pleno proceso de transición y deprimida por la baja de Kovacevic, la Real espera al Madrid más tembloroso de la temporada. Lo único evidente es que uno saldrá fortalecido y el otro demasiado hundido.

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