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Esquerra plantea que la prostitución callejera se aleje un mínimo de 200 metros de las escuelas

CiU anuncia a Clos que no votará la ordenanza sobre civismo si no negocia sus propuestas

A menos de una semana de la prevista aprobación inicial de las nuevas ordenanzas fiscales, sigue sin haber acuerdo entre los socios de gobierno de Joan Clos, ERC e ICV-EUiA. Respecto a la prostitución callejera, ERC plantea que la ordenanza vete su ejercicio a menos de 200 metros de las escuelas. Para ICV, la ordenanza no debe entrar en este tema y no hace ninguna propuesta para afrontar el problema. Convergència decidió ayer presionar más y presentó una ordenanza completa amenazando con no votar la de los socialistas si no se negocia punto a punto.

El lunes próximo los grupos municipales se reunirán para fijar el texto final de la ordenanza que está previsto que se apruebe inicialmente en la comisión de Presidencia del próximo miércoles. "Hay buena predisposición y estamos llegando a acuerdos", comentó Jordi Portabella, presidente del grupo municipal de ERC. Esa formación presentó ayer una sesentena de alegaciones a las ordenanzas. Lo mismo hizo ICV, que ha planteado 80 enmiendas, aunque muchas de ellas son de supresión de gran parte del articulado y de rebaja de las sanciones económicas cuando se cometa alguna infracción.

Las dos cuestiones más polémicas entre los socios de gobierno son la mendicidad y la prostitución callejera. En este último punto, la ordenanza prevé sanciones económicas para ambas partes del trato si el ejercicio de la prostitución representa "una ocupación intensiva del espacio público". Ni ICV ni ERC están de acuerdo. Los primeros porque entienden que la ordenanza no puede entrar en regular la prostitución y los segundos porque creen que no es de recibo poner sanciones económicas, ni enviar a la Guardia Urbana: "tienen que ser agentes sociales que ofrezcan ayuda y recursos a las mujeres", puntualizó al concejal de ERC, Pilar Vallugera. ERC sí es partidaria, en cambio, de vetar la prostitución callejera en un radio de 200 metros de las escuelas.

En el bando de la oposición, Xavier Trias anunció ayer una posición más dura que la mantenida hasta hace unos días: presentó un texto completo alternativo y anunció que no votará la propuesta de los socialistas si no hay una negociación a fondo. Tan a fondo que sugirió que la primera medida debiera ser el aplazamiento de la aprobación, de forma que el asunto no fuera tratado en la comisión del gobierno del miércoles.

La tesis de Trias es que no puede presentar enmiendas porque no sabe cuál es el texto que propone el equipo de Gobierno, ya que los socialistas tienen uno y sus socios, otros. "Presentar un proyecto de ordenanza sin acuerdo en el propio seno del Gobierno municipal es precipitación y sólo lleva al disparate", dijo Trias.

En su opinión, las ordenanzas no son "para lavar la cara a Joan Clos, sino un proyecto que tiene que servir gobierne quien gobierne, por tanto tienen que ser de pacto y no podemos proponer cambios ni decir si estamos de acuerdo con un texto que no conocemos porque el que nos han dado no es definitivo". El concejal Joan Puigdollers (CiU) se reunió ayer con la concejala socialista Asumta Escarp pero el encuentro sólo sirvió para intercambiar papeles, ni siquiera palabras, mucho menos para esbozar principio alguno de acuerdo.

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La decisión de CiU sirve, sobre todo, para recordar a Clos que gobierna en minoría y gracias a los apoyos de Esquerra e Iniciativa. Si pretende en algún momento un favor de CiU éste no va a ser gratis.

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