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50ª SEMANA INTERNACIONAL DE CINE DE VALLADOLID

Ang Lee teme algún boicoteo en el estreno de 'En terreno vedado' en EE UU

El director taiwanés presenta el filme con el que ganó el León de Oro en Venecia

Ang Lee (Pingtung, Taiwan, 1954), el director de Brokeback mountain (En terreno vedado), se toma con parsimonia sus comparecencias ante la prensa y responde a cuanto se le pregunta. Aunque relajado en todo momento, aparece más cómodo y sonriente en la entrevista concedida a un reducido grupo de medios informativos que en la abigarrada rueda de prensa anterior. Lee, cuya formación cinematográfica es netamente estadounidense, desvela que actualmente ha conseguido hacer en su trabajo "más o menos" lo que quería, porque su reto más grande no es el económico, "sino la posibilidad de ir contra algunas reglas y convencionalismos sociales".

La referencia a su padre, que también era su profesor en el colegio, parece estar presente en algunas de sus películas, sobre todo en esta última, ganadora del León de Oro del Festival de Venecia 2005. Recuerda que cuando optó por dedicarse al mundo del cine, esta profesión "no estaba demasiado bien vista en la sociedad" donde creció, por lo que su padre pasó años intentando sacarle de ese trabajo y convencerle para que "hiciera algo de provecho. Pero cuando estrené Hulk, él fue quien acabó animándome a realizar otra película más". En terreno vedado aborda la relación homosexual entre dos ásperos y solitarios vaqueros que descubren sus sentimientos mientras cuidan ovejas en Wyoming. A pesar de la dureza de ambos, el director, que reconoce haberse emocionado leyendo algún pasaje del texto original, destaca la ternura y hasta el instinto maternal en su trato con los animales que tienen a su cargo. "Son personajes rudos capaces de hablar con los animales pero incapaces de hacerlo con sus propias mujeres".

"Elegí vivir en EE UU porque quería hacer cine americano, que me parece muy atractivo, sobre todo por el control de la calidad de los guiones"
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Extraordinaria historia de amor homosexual

El director confiesa que ya abordó la homosexualidad en El banquete de boda, realizada en 1993, porque dice que le gusta identificarse con los temas que "tienen que ver con el cambio de costumbres de la sociedad y sin olvidar las connotaciones políticas que existen en torno a este asunto". Quizá por eso, cuando se estrenó en Taiwan la primera de las dos películas, pensó que "podía haber tenido algún problema" en su propio país, aunque descubrió que "la sociedad taiwanesa era más abierta que la americana de estos días, donde las cosas se han ido deteriorando". No tiene empacho en hablar del "aumento del conservadurismo estadounidense, más acentuado a partir de los tres últimos años", lo cual no le ha impedido trabajar en su película "con libertad, quizá porque se trate, sobre todo, de una historia de amor".

A pesar de los rumores sobre un posible boicoteo en Estados Unidos, lo cierto es que la película se ha exhibido ya en determinados círculos, entre la prensa especializada y en algunos festivales, y la reacción parece que ha sido muy positiva. Lee dice no haber "detectado ningún sentimiento adverso" por el hecho de que la misma rompa con el patrón del género del Oeste, "quizá porque se trata de una película de emociones humanas, una historia de amor y a la vez un retrato fidedigno de algunos aspectos de la sociedad americana, donde está muy presente el fundamentalismo religioso". No obstante, el director no descarta "que no se esté cociendo algo cuando llegue la hora de la exhibición a gran escala" porque tiene "noticia de que en varias localidades pequeñas del Oeste americano que se reflejan en la película algunos han pedido que no se exhiba allí, pero lo cierto es que la gente que vive en esos sitios, a pesar de su conservadurismo, es sensible y razonable y no se les puede calificar como ultras, lo que permite negociar con ellos en todo momento. De todas formas, cuando llegue el momento, lo encararé".

Ang Lee dice estar "acostumbrado" a que le pregunten cómo un asiático puede abordar temas tan genuinamente americanos como las películas del Oeste, incluso de manera más fidedigna que algunos directores estadounidenses. "Yo elegí vivir en Estados Unidos porque quería hacer cine americano, que se me antoja muy atractivo comparado con el que se hace en otras latitudes, sobre todo por el control de la calidad de los guiones". Por ello, no duda en calificar el guión de En terreno vedado, escrito por Larry McMurtry y Diana Ossana, como la obra de dos "grandes escritores de extraordinario prestigio", a los que define como "grandes maestros". La precisión y la calidad de los guiones permiten al director taiwanés crear "un mundo creíble y al alcance de la gente".

Lee desvela que, a pesar de la temática abordada, el proceso de selección de actores fue rápido, y tanto Jake Gyllenhaal como Heath Ledger fueron de los primeros que se eligieron para protagonizar la película, "porque ambos funcionan con mucha química y se complementan muy bien. Es cierto que algunos actores sienten una cierta preocupación a la hora de interpretar personajes homosexuales, pero la idea que teníamos desde el principio era seleccionar gente joven" que envejecía a medida que transcurría la historia. "Dentro de la nómina de actores americanos actuales, tanto uno como otro son de primera calidad y subrayan muy bien la faceta romántica del guión".

Ang Lee, durante su encuentro con la prensa en Valladolid.
Ang Lee, durante su encuentro con la prensa en Valladolid.EFE
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