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El PNV lanza un plan de paz que aboga por pactar el derecho a decidir

Arnaldo Otegi da por terminada la "fase de exploración" e insta a comenzar a concretar

El PNV presenta hoy oficialmente el plan de pacificación y normalización elaborado y aprobado por unanimidad por la ejecutiva del partido (el Euskadi Buru Batzar, EBB) y que refrendó el jueves la asamblea nacional. El documento, que establece la doctrina oficial de la formación para una futura negociación entre partidos, defiende el derecho de los vascos a decidir su futuro y que se pacte su ejercicio.

Las líneas maestras con las que el PNV piensa abordar los problemas pendientes de la pacificación y normalización política de Euskadi están definidas en un documento de 15 folios que hoy será presentado oficialmente en Bilbao. Su contenido doctrinal ha sido elaborado por la ejecutiva nacional, que lo aprobó por unanimidad la pasada semana, antes de ser presentado a la asamblea nacional del PNV, que lo refrendó la noche del jueves.

El documento ha servido, además, para presentar una imagen unitaria de una ejecutiva sacudida en los últimos tiempos -en especial en el Alderdi Eguna (día del partido) de septiembre- por las discordias entre las dos corrientes latentes en este partido, representadas por Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, los dos candidatos que se disputaron la presidencia que ganó el primero.

Según adelantó ayer en la radio pública vasca el miembro del EBB Markel Olano, este texto, que sienta la doctrina de la formación para la futura negociación entre los partidos, recoge los principios y compromisos básicos que exige el PNV para la pacificación y la normalización. En él se defiende el derecho democrático de los vascos a decidir su futuro y se propone que se pacte el ejercicio de ese derecho.

Base para negociar

La Asamblea del PNV acordó también hacer suyos los contenidos de la propuesta del plan Ibarretxe, aprobado en el Parlamento vasco el 30 de diciembre y posteriormente rechazado por el Congreso de los Diputados, y los presentará como su base negociadora en la futura mesa de partidos, según declaró Olano.

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Precisamente el preámbulo del plan Ibarretxe que obtuvo también el respaldo de tres parlamentarios de Batasuna, constituye el punto de partida sobre el que la formación ilegalizada ha reiterado estar dispuesta a sustentar el acuerdo que lleve a la normalización en la política vasca. Y ayer el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, declaró en San Sebastián que este plan que hoy hará público el PNV, junto a declaraciones del socialista vasco Patxi López en las que no se mostraba contrario al uso del término "nación" pueden contribuir claramente a pasar de la etapa de "exploración" ya finiquitada a una "dinámica de concreción" en busca de soluciones.

"Estamos intentando concretar las bases sólidas que permitan alcanzar un acuerdo de mínimos para poner en marcha el proceso de superación del conflicto" aseguró Otegi. Y negó que la "fase de exploración", es decir de contactos preliminares entre los partidos, hubiera sufrido algún impasse o bloqueo como se ha sugerido. "La exploración no se ha detenido", insistió.

El dirigente abertzale transmitió ayer que Batasuna tiene prisa por pasar de esta fase "exploratoria" a la siguiente de "concreciones". Aunque obvió, como siempre, admitir que una tregua de ETA facilitaría automáticamente este salto, citó estos pasos dados por el PNV y el PSE como ejemplos que reflejan la "necesidad de empezar a concretar" lo que, a juicio de Batasuna, debería ser un acuerdo sobre "bases sólidas" para poner en marcha la negociación que acabe con el conflicto.

Cuando se aproxima la fecha del primer aniversario de la propuesta de Anoeta, en la que Batasuna se comprometió a sacar la violencia de las calles para llevar el "conflicto" a la mesa de negociación -todavía no se ha dado- Otegi reconoció que ha tenido un balance "muy positivo" porque la negociación se ha situado en el centro del debate político.

Los dirigentes de Batasuna Joseba Permach (izquierda) y Arnaldo Otegi, ayer en San Sebastián.
Los dirigentes de Batasuna Joseba Permach (izquierda) y Arnaldo Otegi, ayer en San Sebastián.JESÚS URIARTE

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