La batidora de ritmos
Ironía, locuacidad medida, romanticismo, aterciopelada e hipnotizadora voz de mago Mandrake y una concepción más que ecléctica de la canción de autor con raíces y rico sonido semiacústico fueron las credenciales mediante las cuales este argentino-norteamericano nacido en Alaska regaló a una numerosa audiencia madrileña un excelente concierto lleno de momentos cuando menos inusuales en la actual música popular.
Con la batidora de ritmos -tango, cumbia, chacarera...- bien a punto y un cuajo escénico lleno de soltura, Kevin hizo una actuación encantadora en la que brillaron temas de sus tres álbumes, con especial parada en el último, City Zen, más alguna que otra versión más que sorprendente, como fue el We can work it out en clave de chacarera.
Kevin Johansen
Kevin Johansen (voz y guitarra), Juan Manuel Álvarez (bajo y coros), Enrique Roitzner (batería), Sebastián Massolo (guitarra eléctrica), Lucas Espina (percusión), Andrés Reboratti (flauta y saxo) y Maximiliano Padín (charango y guitarra). Sala Valle-Inclán de la RESAD. Madrid, 15 de octubre.
De la cosecha propia, cabe resaltar la retranca más o menos ácida de canciones como Che Donald's, Desde que te perdí, la celebrada Daisy o la estupenda Cumbiera intelectual. Rodeado de músicos con los que la compenetración es perfecta, en especial con el bajista y cantante Juan Manuel Álvarez, Johansen se ganó el merecido aplauso del público y hasta obligó a éste a abandonar los asientos y ponerse a bailar.