De aquí para allá

Agosto ha dejado abiertas las puertas de septiembre a cuatro exposiciones dignas de ser visitadas. Una la encontramos en Bilbao, en la sala Gran Vía de la Fundación BBK. Ojos de Inhambane es un excelente reportaje realizado por Elisenda Pons dentro de su colaboración con la Fundación Ojos del Mundo. Se centra en las personas, niños o adultos, que acuden a las consultas de estos cooperantes oftalmológicos, cuyas actividades en una de las provincias más pobres de Mozambique nos da a conocer. Sus fotografías hablan de su capacidad para conseguir unas tomas repletas de una potente carga emocional, capaz de hacer vibrar los adormilados sentimientos solidarios de los ciudadanos más insensibles de eso que hemos dado en llamar Primer Mundo.

En Elgoibar, bajo la promoción del colectivo Ongarri, tenemos a Carlos Cánovas. Este veterano fotógrafo, gran especialista en blanco y negro y con sensibilidad especial hacia el paisaje, nos hace una demostración más de su buen hacer en este género. Con el título Paisaje anónimo presenta una serie de fotografías, algunas en tamaño mural, donde los espacios urbanos ocupados por edificios de apariencia industrial se cargan de un inquietante misterio. Su atmósfera transmite oleadas de melancolía e inevitablemente nos encauza a una reflexión sobre el lugar y su entorno.

Cambiando de territorio, en la Casa de Cultura de Estella topamos con una colección de fotografías en blanco y negro de Juantxu Egaña. Este polifacético autor ha registrado esta vez con sus cámaras una serie de paisajes, que presenta bajo el título Hutsuneak, un termino relacionado de manera elemental con el vacío y las ausencias. No obstante, desde hace 35 años, me gusta entroncar esta palabra vasca, de la misma manera que hizo Jorge Oteiza en su libro Quousque tandem, con un instante puro, una nada repleta de sensaciones, trascendencias y significados atávicos, algo que puede encontrarse en estas fotografías de Egaña.

Finalmente, la galería Contraluz de Pamplona, dirigida por Pío Guerendiáin, premio nacional de este año de la Confederación Española de Fotografía, acaba de inaugurar Animales, del valenciano Josep Vicent Monzo. Fijándonos exclusivamente en el titulo, podría pensarse que se trata de esas bellas imágenes relacionadas con la fauna. Nada más lejos de ello. Residuos y cuerpos en descomposición de aves y animales son las únicas referencia de la realidad. Después llega una abstracta envoltura pictórica que descansa, tal como indica el catálogo, en la idea de la muerte y la memoria.