Zapatero y Rajoy reafirman su desacuerdo en los principales asuntos de Estado
El presidente ofrece al líder del PP un modelo de relación permanente para los grandes asuntos
La cuarta cita en La Moncloa entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, confirmó su desacuerdo en los asuntos esenciales de Estado -terrorismo, reformas estatutarias y política exterior-, si bien la confrontación de fondo se tradujo en un tono "sosegado", según ambas partes. Pese a todo, Zapatero ofreció a Rajoy un "marco estable de relación", que se traducirá en un "diálogo bilateral y personal" en materia antiterrorista y en el establecimiento de un cauce permanente entre la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el dirigente del PP que fije Rajoy en los otros asuntos clave, como reforma territorial, política exterior, sanidad y educación.
Zapatero salió a recibir a Rajoy a las escalinatas del Palacio de la Moncloa. Hasta ahí, todo igual a su anterior cita, el 14 de enero pasado. Pero si de aquel encuentro Rajoy salió satisfecho y con la perspectiva de acuerdo sobre terrorismo y, sobre todo, sobre las reformas estatutarias, el de esta ocasión -que duró algo más de dos horas- reflejó el desencuentro mantenido entre ambos durante este año. Los dos constataron su desacuerdo, sobre todo, en la lucha contra ETA y en las reformas de los estatutos, fundamentalmente el catalán.
El presidente del Gobierno ofreció al líder de la oposición un marco estable de relación para evitar que sus diferencias de fondo afecten a la relación institucional, como ha sucedido este año o en tiempos del presidente Aznar. "En España no ha existido un modelo de relación institucional entre el presidente y el líder de la oposición", señalan en La Moncloa. Zapatero dio un primer paso al fijar dos reuniones anuales con Rajoy, y ahora pretende consolidar dos niveles de interlocución: bilateral para los temas más relevantes, singularmente para la lucha contra ETA, y entre la vicepresidenta y el interlocutor que designe Rajoy para otros asuntos de Estado.
"Oferta muy concreta"
"El presidente le ha hecho una oferta muy concreta que no ha tenido una respuesta concreta. Espero que reflexione", aseguró después la portavoz, María Teresa Fernández de la Vega.
Sobre terrorismo, Zapatero dijo a Rajoy que estaba dispuesto a informarle "personalmente y cuantas veces haga falta" y a escuchar sus iniciativas con la pretensión de "intentar buscar puntos de acuerdo". Le reafirmó que siguen vigentes los principios del Pacto Antiterrorista y de la resolución aprobada por el Parlamento en mayo: "No habrá una aproximación a ETA mientras no abandone la violencia de forma definitiva" y, cuando lo haga, "no se pagará ningún precio político por la paz".
Rajoy, en cambio, reiteró su acusación de que el Ejecutivo "rompió unilateralmente el Pacto Antiterrorista" al no ilegalizar al Partido Comunista de las Tierras Vascas. Le pidió "volver a los principios de un pacto que ha funcionado" con la ilegalización del PCTV, negando la posibilidad de una mesa política con Batasuna y manteniendo en la ilegalidad a ese partido.
El líder del PP aseguró que el presidente no le había contado "ningún dato relevante nuevo" sobre la lucha contra ETA. Fuentes del Gobierno, sin embargo, aseguran que le puso detalladamente al día de esa cuestión.
Las reformas territoriales ocuparon la parte sustancial del encuentro. Zapatero informó a Rajoy de que está trabajando para lograr que haya reforma de estatuto en Cataluña, y le pidió una "implicación activa" del PP, en esa reforma, "como lo ha hecho con el de la Comunidad Valenciana". En ese contexto, preguntó al líder del PP qué votará su partido si llega al Parlamento de Cataluña y a las Cortes Generales un texto que se ajuste a la Constitución. "Rajoy no contestó", según fuentes gubernamentales.
Una pregunta similar le fue planteada después por la prensa, y ahí Rajoy subrayó que el proyecto de nuevo estatuto catalán tiene, "según el propio PSOE, al menos 20 motivos claros de inconstitucionalidad y otros 35 dudosos". Para el PP lo es desde su primer artículo, cuando dice que Cataluña es una nación. Por eso, Rajoy contó que ayer pidió al presidente "que abra un periodo de reflexión" sobre esa reforma y le reiteró su oferta del 14 de enero: que todas las reformas estatutarias cuenten, al menos, con el respaldo de los dos grandes partidos y con los votos de dos tercios del Congreso. Si en enero Rajoy salió con la convicción de que Zapatero veía bien esa propuesta suya, ayer el jefe del Ejecutivo -también según su propia percepción- le dejó muy claro que no la contempla en absoluto.
En todo caso, el presidente trató de tranquilizar al líder de la oposición, garantizándole que las reformas de los estatutos sólo contarán con el respaldo de su Gobierno si se ajustan a la Constitución y logran un amplio consenso. Eso sí, ambos constataron que en ese consenso no es imprescindible que esté el PP ni en Cataluña ni en el País Vasco, "aunque sí muy conveniente", insistió la portavoz del Gobierno.
En materia de financiación sanitaria, Zapatero anunció a Rajoy que se reserva "un margen más amplio", que materializará en la Conferencia de Presidentes del sábado, para mejorar la oferta de dotar a las autonomías de 1.000 millones de euros más en dos años para enjugar el agujero sanitario. La vicepresidenta aseguró que esa propuesta se encuadra en el modelo aprobado por el Gobierno del PP en 2001 y que el Ejecutivo no tenía obligación legal de implicarse en este asunto, pues la sanidad es competencia exclusiva de las autonomías.
Rajoy replicó que la oferta del Gobierno le parece "una chapuza", pues, "tras haber anunciado que el modelo aprobado en la etapa del PP no sirve, no se propone otro, sino sólo un parche transitorio para dos años, con una subida de impuestos". Adelantó que los presidentes autonómicos del PP rechazarán que se suban los impuestos, aunque aceptarán el dinero del Estado.
El líder del PP resumió la entrevista en dos frases: "No he conseguido averiguar para qué me ha convocado el presidente salvo que sea sólo para hablar". Y "no podemos viajar juntos si no sabemos dónde vamos". La vicepresidenta lo hizo en otras dos: "Éste es el Gobierno del diálogo y lo ha demostrado" y "este Gobierno propone, no impone nada".
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