Máximos anuales
La Bolsa española consiguió ayer un nuevo máximo anual en un clima de optimismo al que no fue ajena la operación de compra lanzada por Gas Natural sobre Endesa.
El Ibex 35 cerró en 10.250,90 puntos, nuevo máximo anual de cierre, con la referencia inmediata de los niveles de noviembre de 2000. En esta sesión, en la que los mercados estadounidenses permanecieron cerrados por la festividad del trabajo, el descenso del precio del petróleo en Europa ya predispuso el ánimo de los inversores para una toma de posiciones, en el convencimiento de que en los próximos días las cosas no pueden hacer otra cosa que mejorar.
La vuelta de las vacaciones apenas ha traído consigo cambios importantes en la dinámica de los mercados financieros, en los que los inversores participan de cierto fatalismo que han sabido reconvertir en un elemento positivo: si la ausencia de alternativas de inversión hace de la Bolsa la única posibilidad lógica, hay que aprovecharla, y ello a pesar de la constante subida del precio del petróleo y de las crecientes dificultades para compaginar la altura de muchas cotizaciones con la situación de la economía, que puede empeorar en los próximos meses por el alza del crudo.
En el mercado español ayer se movió poco dinero, pero lo hizo con acierto, pues desde primeras horas de la mañana eran los valores eléctricos los preferidos de los inversores. La suspensión de la contratación de Endesa y Gas Natural por parte de la CNMV no hizo más que confirmar que la dirección era la adecuada y que, a partir de ahora, no hay valores que queden a salvo de cualquier operación.
La contratación en el mercado continuo se situó en 1.895,32 millones de euros, con una notable escasez de operaciones institucionales. Los vaivenes sufridos por las cotizaciones en el pasado mes de agosto han forzado la prudencia entre los gestores, lo que parece dejar la iniciativa en manos de los inversores privados.
Entre los demás mercados europeos destacaba el alemán, con una subida del 1,49% en la Bolsa de Francfort; la Bolsa de París cerraba con un avance del 0,57% en medio de algunas incertidumbres políticas, y la de Londres quedaba más rezagada al anotarse una ganancia del 0,21%.
La ausencia de referencias del mercado estadounidense, sobre todo en lo tocante al petróleo, le daba un carácter singular a esta sesión, en la que lo más positivo es la rapidez de reacción de los inversores.
