Expiación de la escultura
La concesión del Premio Turner a Richard Deacon (Bangor, Gales, 1949) en 1987 fue fundamental para asentar las primeras piedras -al menos, las firmadas por Ian Hamilton Finlay, Richard Long, Tony Cragg- del edificio de lo que más adelante se denominó "joven escultura británica", tres años después de que los Patronos del New Art (PNA) de la Tate Gallery premiaran a pintores -Malcolm Morley, Howard Hodgkin, Gilbert & George- más o menos ligados al pop europeo. Siguieron aquella estela otros nombres, Alison Wilding, Anish Kapoor, Rachel Whiteread, Grenville Davey o Anthony Gormley, autores que durante los noventa gozaron de un reconocimiento palpable en los pagos institucionales; y así hasta hoy, siendo sus marcas sinónimo de reconciliación con las formas por parte de un arte cada vez menos empeñado en sentirse cómplice de "lo real".
RICHARD DEACON
'The size of it'
Artium. Francia, 24. Vitoria
Hasta el 28 de agosto
Aquellos escultores -eran los "revolucionarios de terciopelo" de la escultura- creaban objetos autosuficientes, hechos a mano, con materiales residuales (Cragg fue el maestro aleccionador) que poco a poco sirvieron para trazar el camino desviado del minimalismo y enderezar el rumbo de la escultura mediante la expiación. Deacon, cuya obra primera estuvo fuertemente influida por Donald Judd, comenzó a titular sus esculturas torturadas -formas orgánicas parecidas a ojos, orejas, bocas y genitales- con temas bíblicos, poéticos (Rilke) y cuentos de hadas, era una manera de crear nuevas metáforas a través de las que el ser humano pudiera comprender el mundo. El tratamiento que les daba a sus trabajos, tan físicos, tan magníficamente acabados, hechos a base de aluminio galvanizado, maderas laminadas, acero corrugado, ropas, linóleo, piel y pol carbonato, es lo que los hacía particularmente personales en relación a sus compañeros de generación.
Lo que el Museo Artium de
Vitoria presenta durante este verano es un conjunto de cuatro esculturas de gran formato, fechadas en los últimos quince años, al lado de cinco cerámicas y una serie de cien maquetas en arcilla y dibujos, que permiten intuir el proceso de creación del artista británico. Pero la parte fundamental, que en Deacon es sinónimo de gran escultura ostensiblemente abstracta, es mostrada en las salas del museo, no en toda su potencialidad, como cabría esperar para un trabajo hecho para espacios abiertos, sino limitada en su percepción. Las obras tituladas Out of order (2003), When the land mases first appeared (1986), Bikini (1992) y How much does your mind weight (2001) tratan de aparecer en todo su proceso constructivo, atornilladas, sujetas con alfileres, apiladas o soldadas, fijadas con tornillos o grapadas; están visiblemente dobladas, curvadas, alargadas, estiradas o enredadas, no esconden su ensamblaje. Simulan un estado de reposo o de dinamismo, son vulnerables en el interior pero acorazadas en el exterior. Por eso, porque están tan prácticamente abiertas al espectador, no se entiende por qué entran en conflicto con éste, en el momento de poder recorrerlas por dentro, o poder observarlas, "reconocerlas" desde otros puntos de vista. Un dogmatismo visual muy poco atrayente permea este trabajo. Manías del museo de llevar la escultura a su precariedad.
Itinerancia: Sara Hildén Museum, Finlandia. Arp Museum Bahnhof Rolandseck de Remagen, Alemania.
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