Zapatero promete unir todas las capitales de provincia por AVE y autovía en 2020

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió ayer que en 2020 todas las capitales de provincia estarán unidas por autovía o autopista y tendrán acceso directo a la red ferroviaria de alta velocidad. Éste es uno de los objetivos del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020 que, con una inversión de 248.892 millones, pretende transformar el actual modelo radial por una malla, con 6.000 kilómetros nuevos de autovía y otros 9.000 de alta velocidad, que conecte mejor el territorio. El Gobierno va a crear una sociedad estatal para favorecer la financiación privada.

Zapatero presentó ayer ante los empresarios de las principales empresas constructoras "el mayor esfuerzo de dotación de infraestructuras que se ha hecho nunca en España". Su filosofía es cambiar el actual modelo radial por un sistema de malla, de forma que un ciudadano que viaje de norte a sur o de este a oeste de la Península no tenga casi necesariamente que pasar por Madrid como ocurre ahora. El compromiso es que en 2020 todas las capitales de provincia tengan un "acceso directo" tanto a la red de autovía como a la alta velocidad ferroviaria.

Para conseguir ese objetivo, la red estatal de carreteras de alta capacidad (autopistas y autovía) pasará de 9.000 a 15.000 kilómetros, corrigiendo la radialidad actual con nuevos corredores transversales: Cuenca-Teruel; Ruta de la Plata (entre Zamora y Andalucía); corredor Extremadura/Castilla-La Mancha/norte de Andalucía; ámbito subpirenaico y norte de la meseta.

El 94% de la población estará a menos de 30 kilómetros de una autovía o autopista. Las provincias que más mejorada verán su accesibilidad a las grandes vías serán Teruel, Ciudad Real, Salamanca, Cuenca, Soria, Zamora, Córdoba, Huesca y Cáceres.

Por su parte, la extensión de red ferroviaria de alta velocidad se multiplicará por 10, pasando de mil a diez mil kilómetros. La transformación será mucho mayor que en el caso de la carretera ya que ahora prácticamente sólo tienen acceso a la alta velocidad el eje Sevilla-Madrid-Lleida y el corredor mediterráneo.

En el futuro, la accesibilidad se extenderá a todo el cuadrante noroeste peninsular, especialmente Galicia; la zona Cuenca-Teruel, Andalucía oriental y Murcia. El 90% de la población vivirá a menos de 50 kilómetros de una estación de esta red al acabar el plan.

En materia de aeropuertos, el PEIT se compromete a duplicar la capacidad de absorción de tráfico, de los 165 millones de pasajeros anuales a los 311 millones en 2020, al tiempo que se incide especialmente en la operatividad de la red bajo malas condiciones atmosféricas, el gran talón de Aquiles del sistema aeroportuario español. Los puertos aumentarán un 75% su capacidad.

Estos objetivos de un plan "ambicioso a la vez que realista", en palabras de Zapatero, tienen su reflejo en unas cifras multimillonarias de inversión. El PEIT pretende movilizar en los próximos 15 años 248.892 millones de euros, 7.000 millones más de lo previsto inicialmente, tras las modificaciones introducidas a sugerencia de comunidades autónomas y grupos parlamentarios. Esta inversión de 15.000 millones anuales (el 1,5% del producto interior bruto) generará 150.000 empleos directos. El ferrocarril es la estrella del PEIT, ya que absorbe el 43,7% de los fondos (108.760 millones de euros). Las actuaciones se supeditarán a la preocupación medioambiental, según el Gobierno.

En el esquema de financiación del PEIT, se quiere dar un creciente protagonismo a la iniciativa privada, aunque el grueso de la misma (el 60% del total) será presupuestaria y el 40% restante a través de fórmulas mixtas público-privadas, de forma que las empresas aporten al menos un 20% del total.

En este sentido, Zapatero anunció ayer la constitución de la Sociedad de Infraestructuras del Transporte Terrestre con una dotación inicial de 500 millones de euros, "para llevar a cabo las inversiones en carreteras y ferrocarriles de forma más eficiente y ágil, aumentando la participación privada". Fuentes de la Administración indicaron que la sociedad se inscribe dentro de las agencias estatales aprobadas en la última reunión del Consejo de Ministros y que, aunque tendrán mayores facilidades de funcionamiento, no contarán con capital privado en su accionariado.

Otra novedad es que se deja la puerta abierta a que ayuntamientos y comunidades autónomas participen en la gestión de los aeropuertos, aunque la titularidad seguirá siendo del Estado.