_
_
_
_
_
Tribuna:DESDE MI SILLÓN | TOUR 2005 | Cuarta etapa
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lecciones

Vamos a ver, se trata de lo siguiente: salimos de aquí y llegamos allí. Bueno, cuando digo allí, lo digo así, en genérico, no os lo toméis al pie de la letra, que ese allí os lo vais a encontrar después de 70 kilómetros. Vais a salir todos juntos; vestiditos iguales, como clones, así que fijaros bien en vuestros números, que ni vosotros mismos os vais a conocer.

Bajáis la rampa de lanzamiento con cuidado, no os vayáis a caer y montéis un circo de aquí te espero, y os ponéis cada uno en vuestra posición. La posición es la misma que hemos ensayado antes en el calentamiento. La he pensado un poco en función de vuestra altura, para que os quitéis el viento el uno a otro sin desequilibrios, y otro poco en función de vuestra potencia.

No os calentéis de salida, que nos conocemos y alguno de vosotros os ponéis cachondos cuando os sentís un poco bien y no, no es eso, que esto son 70 kilómetros y se trata de llegar todos juntos hasta el final. Y, aviso para los novatos, esto se hace muy muy largo.

Idme progresivos con los relevos. Si uno se ve fuerte, que tire más que los demás, que aumente la longitud de su relevo, pero que por nada del mundo se le ocurra ir más rápido porque, entonces, lo único que conseguiremos será reventarnos entre nosotros. Vamos a comenzar con relevos en línea, que esto es muy largo y si comenzamos en círculo no llegamos al final. Es decir, el que tira, una vez que se aparte, se deja caer hasta el final por un costado y aprovecha la caída para descansar reenganchándose como pueda a la rueda del último. Lo de tirar en círculo lo dejamos para el final si es que podéis, que ya me gustaría.

Una vez que cojáis vuestro ritmo os vais a encontrar con tres posibilidades: la primera, la buena, es que puedas ir más rápido de lo que van tus compañeros. En ese caso mi más sincera enhorabuena. Disfruta de tu privilegiada situación y da los relevos más largos hasta que tus compañeros se acuerden de tu madre y te griten para que pares. La segunda, la normal, es que lo tengas que ir dando todo en cada cambio y que tengas que hacer todo lo que sabes para meterte en la rueda del último. No te asustes y sufre, y piensa que seguramente los demás van como tú. Y la tercera, el calvario, es que te vayas quedando desde los primeros compases. Entonces, piensa: ¿no querías ser ciclista, no querías correr un Tour? Pues ya estás aquí, así que sufre y no te quejes, que, como no espabiles, tus compañeros te mandarán fuera de control.

Pedro Horrillo es ciclista del equipo Rabobank.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_