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Colectivos vecinales convierten el pleno municipal de Granada en una batalla campal

Unos 20 policías separan a manifestantes próximos y contrarios al gobierno local

Diez días después de que un policía local de paisano grabara en video a los asistentes al pleno del pasado 24 de marzo provocando sus protestas, la tensión volvió al Ayuntamiento de Granada. Asociaciones y colectivos vecinales próximos y contrarios al equipo de gobierno, del PP, acudieron a la sesión extraordinaria celebrada ayer profiriendo gritos a favor y en contra del alcalde, José Torres Hurtado (PP). Unos 20 agentes de la policía tuvieron que proteger a un asistente próximo a IU ante las actitudes agresivas de algunos vecinos después de que Torres Hurtado desalojara el salón.

A los últimos plenos del Ayuntamiento acuden sistemáticamente varios colectivos vecinales como el Movimiento Cívico en Contra de la Subida del IBI (este año de un 30%) y la Plataforma Granada Viva, que protesta por la intención del equipo de Gobierno de trasladar el recinto ferial a la vega, la concentración del botellón en la zona de Méndez Núñez y la apertura de una macrodiscoteca en el centro comercial Neptuno, junto a la autovía de Circunvalación.

A esos dos colectivos se sumó ayer la asociación de vecinos de Cartuja (en la zona norte de la ciudad), liderada por Antonio Vallejo, dirigente del PP en el distrito Norte. Sus miembros protestaban contra los concejales del PSOE e IU por rechazar un streap-tease permitido por el PP en la Junta Municipal de ese distrito, con pancartas que decían "Lola Ruiz [portavoz de IU] el boy lo quieres para ti" o "PSOE confiesa, la streaper te la pone tiesa". Los vecinos lanzaron gritos de apoyo al alcalde del tipo "El alcalde es cojonudo, como el alcalde no hay ninguno".

Les acompañaban algunos agentes de la policía local que acudieron a la reunión para protestar contra el concejal de IU, Manuel Morales, que la semana pasada aseguró que un grupo xenófobo controlaba ese cuerpo; y otros ciudadanos que exhibieron carteles en contra del matrimonio homosexual.

En total unas 150 personas intentaron entrar en la zona reservada para el público, en la que caben alrededor de 50. Casi todos los que lo lograron eran partidarios del Gobierno local (o contrarios a la oposición). El alcalde les permitió gritar sus consignas durante una media hora, hasta el momento en el que ordenó el desalojo de la sala.

Fue ahí cuando se produjo la situación más tensa. La policía formó un pasillo para facilitar la salida de los próximos al equipo de Gobierno protegiéndolos de los contrarios. Uno de estos últimos (perteneciente al Movimiento Cívico) quitó una pancarta a la madre de Vallejo (el dirigente del PP en el distrito Norte). Los agentes tuvieron que sacarlo protegido del patio del Ayuntamiento debido a que la mujer aseguró que le había pegado, provocando actitudes agresivas entre sus compañeros de asociación (la asociación de vecinos del barrio de Cartuja).

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