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Reportaje:

Jefas de sus propios sueños

Cerca de 300 emprendedoras comparten experiencias en la novena Muestra de Empresarias Malagueñas

Chizuko Suzuki y Esperanza Camino se afanaban ayer para que sus respectivos expositores estuviesen en perfecto estado de revista antes de que se inaugurase la IX Muestra de Empresarias y Emprendedoras Malagueñas (Femma), que se celebra hasta el domingo en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.

La japonesa Chizuko Suzuki llegó tarde y el tiempo se le echó encima para montar en su expositor una reducida simulación del hotel que desde hace dos años regenta en Torremolinos. A sus "cuarenta y pocos" años, esta menuda y sonriente mujer disfruta por fin de ver materializado el sueño que le rondaba por la cabeza desde que hace 15 años llegó a Málaga. Chizuko trabajó durante más de 10 años en una agencia de viajes de esas que organizan paquetes cerrados para japoneses, un estilo de trabajar del que se cansó. A Chizuko no le llenaba acarrear a sus compatriotas como si fueran maletas desde la Costa del Sol hacia Granada o Sevilla sin que estos tuvieran tiempo para detenerse y empaparse de la vida en Andalucía lejos de los encorsetados circuitos turísticos. Así, hace dos años, Chizuko venció los temores y decidió invertir sus ahorros en el hotel La Luna Blanca, un coqueto establecimiento de nueve habitaciones situado en una tranquila zona residencial que conjuga la tradición y cultura japonesa con la andaluza. "Mi objetivo es que los huéspedes, tanto japoneses como españoles, conozcan algo más de estas culturas tras su estancia y que disfruten con el aprendizaje", explica esta emprendedora japonesa. Y es que, La Luna Blanca, no sólo es un tranquilo hotelito de cuidada decoración japonesa-andaluza cercano a la playa. En él y fuera de él, se realizan numerosas actividades. A los españoles, Chizuko les ofrece la posibilidad de aprender los secretos de la tradicional ceremonia del té, convertirse en aprendices de cocina japonesa e incluso compartir con su pareja los placeres del Shiatsu, o masaje por presión. Cursos que tienen su alternativa para los clientes japoneses, a quienes, aparte del inevitable curso de flamenco, lleva a aprender el recetario andaluz en los fogones de la venta Doña Pepa en el municipio de Carratraca o a recoger aceitunas durante dos días en el interior de la provincia. "En estos dos años hemos tenido una buena acogida, pero los gastos han sido enormes, por eso he venido a Femma, para darme a conocer y conseguir apoyos", indica Chizuko. También Esperanza Camino quiere aprovechar esta muestra para publicitar su empresa, SurAvian, la única escuela aeronáutica de este tipo que existe en Andalucía. "En España se ve a SurAvian como una de las escuelas de mayor prestigio en la formación de técnicos de mantenimiento de aeronaves y tripulantes de cabina de pasajeros", indica Esperanza, una ex azafata que hace siete años se lanzó "sin paracaídas" a cumplir su sueño. "No ha sido nada fácil. Pero ahora todo marcha. En estos siete años hemos formado a más de 400 alumnos y casi todos trabajan en Lo que se formaron", explica esta malagueña, dueña de la única escuela de estas características reconocida por la Dirección General de Aviación Civil en Andalucía.

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