"Injurias leves", única acusación para los asaltantes, ya identificados, del Atlético
La Guardia Civil de Las Rozas (Madrid) ya ha identificado a los cuatro ultras que estaban pendientes de serlo de los 11 que irrumpieron por la fuerza en un entrenamiento del Atlético el pasado jueves, en Majadahonda, para insultar a los jugadores y los técnicos. Pero no ha filtrado sus nombres por "no constituir los hechos denunciados ningún delito".
Según fuentes de la Guardia Civil, los demandados sólo pueden ser acusados de "injurias leves" por proferir insultos contra los futbolistas y, en todo caso, ese delito debería haber sido denunciado por aquéllos a los que se insultó, no por un tercero, en este caso el club. En breve se remitirá el informe a un juez que con "casi toda probabilidad" lo rechazará. Los términos de la denuncia presentada el pasado viernes por la mañana por José Camarero, el jefe de seguridad del club, que dejará su cargo a final de temporada, se han tildado de "rutinarios".
La denuncia sólo incluye los insultos "mercenarios, cabrones, no tenéis huevos", no precisa que la irrupción fue por la fuerza y olvida las amenazas de muerte al entrenador de porteros, Miguel Bastón.
La Delegación del Gobierno sí podría imponer una sanción a los 11 ultras que, rompiendo una puerta, se colaron en el campo, propiedad del municipio de Majadahonda, e insultaron a los jugadores y los técnicos. Acogiéndose a la Ley de la Violencia en el Deporte, podría multárseles con 300 euros.
Al menos uno de los siete ultras que fueron reconocidos en primera instancia tiene antecedentes penales por agresión.
