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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Por una ley de cimas

La carretera A-471 que va desde Las Cabezas de San Juan (Sevilla) hasta Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) transcurre a través de un paisaje precioso, llano pero rodeado de una sucesión de colinas suaves. Dos de esas colinas están coronadas por sendos pueblos aceptablemente blancos: Lebrija y Trebujena. Sobre otras hay algunos cortijos que en general no desmerecen del paisaje e incluso contribuyen a ennoblecerlo.

Pues bien, en este paisaje notable han irrumpido, en los dos últimos años, dos elementos perturbadores: un bosque de molinos eólicos y dos urbanizaciones.

Los molinos no son muchos, guardan una distancia suficientemente grande entre ellos y están agrupados en una zona limitada del horizonte. De momento no parecen amenazar la belleza paisajística, aunque uno se pregunta si hay alguna limitación urbanística para erigir estas instalaciones.

Otro caso son las urbanizaciones. Vista desde la A-471 (km. 57) la situación es la siguiente: dos colinas dedicadas hasta ahora íntegramente a cultivos han sido repentinamente desmochadas por sendas urbanizaciones de una docena de chalets cada una.

Posiblemente estemos ante el conocido negocio de "venta de vistas" (al valle o al Guadalquivir que está al otro lado) ante lo cual importa poco destrozar el paisaje trocando accidentes geográficos en accidentes urbanísticos. Esta práctica no solo es un desaguisado paisajístico, es también un despilfarro energético: a una cima tiene un coste adicional la subida de agua, de vehículos, de personas. Las carreterras a la cima también cuestan más y sirven menos porque acaban en ella.

Las autoridades urbanística son ciegas ante esta situación que se puede ver en muchos lugares: alrededores de Sevilla en Tomares, en Camas y en general en todo el llamado balcón del Aljarafe.

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La cuestión es: ¿si ya llegamos tarde con la Ley de Costas, vamos también a llegar tarde a una Ley de Cimas.

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