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El Gobierno paraliza la ampliación de la fábrica que contaminó en Urdaibai

El Departamento de Medio Ambiente ha paralizado el proyecto de ampliación de la empresa de aglomerados Inama, ubicada en la reserva de Urdaibai y que en septiembre causó un escape contaminante. La consejería ha determinado que la petición no se tramitará hasta que la compañía cumpla las ocho medidas correctoras pedidas en agosto para solucionar las afecciones de ruido y humos, -"y veamos sus efectos"-, subrayó un portavoz..

Inama presentó hace dos años un proyecto para ampliar sus instalaciones, que obligaría a recalificar casi 12 hectáreas para uso industrial. La extensión afectaría además a uno de los principales acuíferos vascos -abastece el 60% del agua del cercano municipio de Gernika- y tocaría zonas protegidas de Urdaibai: una hectárea catalogada de gran protección por situarse junto a un arroyo y 3,5 hectáreas de suelos de interés agrario sobre acuíferos.

Medio Ambiente afirma, sin embargo, que Inama ha realizado gran parte de las medidas correctoras pedidas el último verano.La actividad de Inama ha originado quejas vecinales desde hace 13 años pero el incidente más importante ocurrió el pasado 3 de septiembre cuando varios residentes sufrieron problemas respiratorios tras una densa humareda que salía de la fábrica. Medio Ambiente tiene abierto un expediente sancionador por este hecho, pendiente de resolverse. Además dos estudios han confirmado que la fábrica supera los límites legales de ruido por la noche.

Aunque la consejería fijó para septiembre la adopción de las medidas correctoras y luego lo amplió a las navidades, todavía no se han cumplido en su totalidad.

El gerente de Inama, José Manuel Sánchez, afirmó que "la mayoría" de las medidas están ejecutadas y sólo resta la instalación de una pantalla acústica "porque falta un permiso de la Dirección de Aguas". Sánchez agregó que se han instalado silenciadores y aislamiento en compresores de aire, "con lo que el ruido ha bajado". El gerente aseguró que el "ánimo" de la compañía es resolver "las incomodidades" de los vecinos y anunció que en verano retiraran maquinaria antigua para que baje la contaminación acústica. Sobre las emisiones atmosféricas, aseguró que la planta puede superar "un poco por encima de lo estipulado" la salida de partículas. "Pero son orgánicas: serrín y polvo". Sánchez señaló que para resolver este problema es necesaria la ampliación solicitada.

El Departamento de Medio Ambiente mantiene desde noviembre un medidor de la calidad del aire en la zona, que ha estado ubicado ya en tres emplazamientos diferentes cercanos a la planta. Aunque los resultados finales no se han hecho públicos, fuentes consultadas señalan que por ahora "no se ha detectado nada especialmente anormal".

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Los vecinos, en cambio, aseguran que se mantiene los problemas de ruido y contaminación y recuerdan que en marzo hubo otro incidente cuando se desató un incendio en el interior de la fábrica. El gerente dijo que no tuvo consecuencias tóxicas.

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