Italia 'absuelve' a Cannavaro

Futbolistas, entrenadores y médicos deportivos italianos dieron ayer por cerrado el escándalo desatado el jueves tras la emisión, por la televisión pública RAI, de unas imágenes de 1999 en que se veía al defensa del Juventus Fabio Cannavaro inyectándose el cardiotónico Neoton. Todos insistieron en que la sustancia no estaba prohibida y en que la actuación de la RAI rebosaba sensacionalismo. El presidente del Comité Olímpico Italiano, Gianni Petrucci, declaró sin embargo que se sentía "amargado" y subrayó que no todas las cosas lícitas eran "moralmente aceptables".

Casi todo el mundo coincidió en que Cannavaro, que en 1999 jugaba en el Parma, había mostrado un gusto muy dudoso al filmar la inyección y al bromear sobre el tema. Pero todo quedaba ahí. Piero Volpi, un médico que ha participado en los controles antidopaje de ocho Juegos Olímpicos, explicó que el Neoton era "un medicamento muy viejo que nació como cardiotónico y luego fue usado como reconstituyente para facilitar la recuperación de atletas". Aunque añadió: "El agua parece inocua, pero si se ingieren rápidamente 15 litros se puede morir".

Cannavaro se inyectó el cardiotónico antes de disputar la final de la Copa de la UEFA de 1999, que enfrentó al Parma con el Marsella, con triunfo italiano por 3-0. Rolland Courbis, que entrenaba entonces al cuadro francés, declaró que los jugadores del Parma le parecieron "muy potentes", pero no veía qué escándalo podían suscitar las imágenes del futbolista italiano consumiendo "un producto que no estaba prohibido". "Es como si me contaran que nuestros adversarios tomaron más vitaminas que mis jugadores", comentó.

En defensa de Cannavaro también salió el centrocampista del Inter Verón, por entonces su compañero en el Parma y cuya imagen se adivina en el vídeo. "Yo también usé esa sustancia", confesó Verón, que admitió haber estado en la habitación del Hotel Marriot de Moscú, en mayo de 1999, donde se grabaron las imágenes. "El Neoton es un regenerador que se utiliza normalmente. Es algo lícito".

Gianni Petrucci, presidente del CONI, se distanció del coro absolutorio: "Los deportistas deben comprender que lo que es técnicamente posible y ajustado a las leyes no siempre coincide con lo que es moralmente aceptable", dijo. El Partido de los Demócratas de Izquierda, el mayor grupo de la oposición, hizo notar el sensacionalismo de la televisión pública, controlada por el Gobierno. Punto e a capo (Punto y aparte), el programa que emitió las imágenes, aparentemente robadas a Cannavaro, se dedicaba al periodismo de investigación, pero no hizo más que colocar una música dramática de fondo a una escena presentada como "turbia" y "dudosa". "Es como si un programa de debate político emitiera imágenes de un ministro eructando", dijo una fuente de los Demócratas de Izquierda.