_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Desatención a la diversidad

Quiero mostrar mi decepción, tristeza, rabia e indignación por la cantidad de barreras que siguen existiendo en nuestra sociedad.

Hemos eliminado barreras arquitectónicas, como rampas y ascensores, pero seguimos sin eliminar esas barreras mentales que se aposentan de una forma fija en nuestros modos de mirar y tratar al otro, al que definimos como "diferente". Observo cómo avanzamos y vamos abriendo ventanas a ciertas minorías como los inmigrantes (aunque todavía queda mucho por hacer), a las parejas de homosexuales (se aprueban leyes que permiten el matrimonio y la adopción); pero, paralelamente, sufro con rabia e indignación el retroceso educativo propuesto desde la Administración ante la minoría que constituyen los niños con dificultad para aprender y participar en la sociedad plenamente; en este sentido, no sólo no hay una apertura de nuevas posibilidades que les permitan sentirse realmente incluidos y partícipes de nuestra sociedad, sino que cada vez se utilizan términos y palabras que las cierran un poco más.

La palabra, hablada o escrita, es uno de los principales rasgos del ser humano, elemento comunicador por excelencia, por lo que tiene el poder de acercarnos o alejarnos según su uso.

Y digo esto porque en la Comunidad de Madrid este año para que un niño pueda recibir los apoyos y recursos especializados que se ha dicho "son para todos los centros" y "han aumentado considerablemente", los padres debemos firmar un papel en el que se "etiqueta" a tu hijo con una discapacidad determinada, dígase retraso mental, afasia / disfasia... y si tu hijo no se considera que está en una de esas casillas no tienes seguridad de que reciba los apoyos especializados que por miles de circunstancias e interacciones en la vida puede necesitar.

Ante esto me pregunto: ¿es que necesita la escuela esas etiquetas para favorecer los procesos de aprendizaje?, ¿no indican las investigaciones que las etiquetas bajan las expectativas de los docentes?, ¿estas etiquetas ayudan a hacer planteamientos de "un mismo currículo para todos los alumnos"? o lejos de esto ¿continuaremos con el intento artificial de acomodar las "diferencias" a la "normalidad"?

Yo tenía la esperanza de que la escuela estuviera recogiendo y aprendiendo de la realidad que existe fuera de ella, realidad que está constituida por muchas minorías, realidad que nos dice que cada vez más, todos debemos abrir nuestras barreras mentales y pensar que "la diferencia" nos enriquece y que además, todos tenemos la capacidad de ser diferentes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_