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El consejo de Ebro Puleva estudia hoy la salida de Fernández Norniella de la presidencia ejecutiva

El consejo de administración que se celebra hoy antes de la junta de accionistas de Ebro Puleva estudiará si mantiene la presidencia ejecutiva de la empresa o bien la deja sin carácter ejecutivo. En la actualidad ocupa la presidencia ejecutiva José Manuel Fernández Norniella, a la que llegó en abril de 2000. Caso de no mantener la presidencia ejecutiva, se abriría la puerta a la salida de Fernández Norniella, que no es una persona que se resigne a no ser ejecutivo, según sus colaboradores. Fernández Norniella reconoció ayer que "se está estudiando entre los accionistas el modelo de presidencia para el futuro". Durante el día de ayer, los diferentes accionistas de Ebro Puleva debatieron los pros y contras de la medida, y aunque en el orden del día de la junta de hoy no figura ningún punto en este sentido, fuentes conocedoras de los contactos no descartaban que se avanzara en este punto.

En febrero de 2004, tras la colocación en el mercado del 14% que controlaba el grupo Saint Louis Sucre, la familia Hernández Barreras, originaria de Ólvega (Soria), se convirtió en el primer accionista de la empresa con el 11,5% del capital. El segundo accionista es el grupo Torras, con el 7,8%, mientras que Caja España controla el 7,7%, Caja Duero el 5% y Caixa Galicia el 3,4%.

El primer accionista logró colocar un mes después en el puesto de consejero delegado a Antonio Hernández Callejas, que "asumió la gestión diaria de la compañía, así como el impulso y la coordinación de las filiales". Fernández Norniella seguía como presidente. Ahora se abre el debate sobre la estructura futura de mando ejecutivo.

José Manuel Fernández Norniella llegó a la presidencia de Azucarera Ebro en abril de 2000 como un hombre de consenso impuesto por el entonces ministro de Economía, Rodrigo Rato, ante la imposibilidad de pacificar un consejo muy dividido. Colaborador del actual director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y con una gran experiencia en la empresa privada, Fernández Norniella impulsó la fusión de la empresa con Pueva. En octubre de 2000 nacía Ebro Puleva, la primera empresa alimentaria española con unas ventas de 1.800 millones de euros.

Desde 2001 la compañía abordó una estrategia de expansión en el exterior a través de compras en los sectores de arroz, azúcar, pasta y leche. Desde entonces ha invertido más de 1.000 millones de euros para convertirse en el sexto grupo alimentario europeo. La última gran inversión fue la compra, cerrada esta semana, de la francesa Panzani, por la que pagará 639 millones. Ebro facturó el pasado año 2.120 millones de euros, con un beneficio neto de 120 millones.

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