El Palacio del Sur, un edificio singular

Los responsables municipales confían en que el Palacio del Sur, cuyo proyecto definitivo se presentó esta semana, se terminará convirtiendo en uno de los edificios singulares y referentes de la ciudad de Córdoba. El arquitecto Rem Koolhaas, el último ganador del prestigioso premio Mies van der Rohe por el diseño de la Embajada de Holanda en Berlín, ha puesto su marchamo en la obra. Los 350 metros de longitud y 28 de altura y las impresionantes vistas que tendrá de la ciudad convertirán a este edificio en un elemento característico de la ciudad allá por el verano de 2008, cuando está prevista la finalización de este centro de congresos y hotel.

Pero en el Palacio del Sur lo innovador no sólo se queda en lo externo. La esencia y la forma adoptada para su financiación también lo convierten en pionero. Es el primer edificio de este tipo que se desarrolla a través de la fórmula PFI en Andalucía -y el segundo en España, según los datos de la empresa constructora, Ferrovial-. La Private Finance Iniciative (iniciativa de financiación privada) tiene una consolidada tradición en otros países europeos como el Reino Unido. Según Eduardo Porras, el responsable de Ferrovial en Andalucía, en las islas británicas es habitual que las empresas privadas se hagan cargo de la construcción y gestión de grandes proyectos de obras públicas como hospitales o cárceles.

La sociedad inversora recupera la aportación por los pagos fijos de la Administración

El recinto contará con una zona destinada a congresos y otra para usos comerciales

A grandes rasgos, la fórmula de PFI consiste en que una empresa privada se encarga del diseño, la financiación y la explotación de una obra de interés público. En su fórmula más extendida, sobre todo en el ámbito sanitario, la sociedad inversora termina recuperando la inversión a través de los pagos fijos que le abona la Administración. Sería comparable a una hipoteca que la Administración ha de pagar durante décadas hasta lograr la titularidad de la infraestructura.

En el caso del Palacio del Sur, según explica Andrés Ocaña, responsable del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba, la titularidad tanto del edificio como del suelo siempre será municipal. Además, la construcción supondrá "un gasto cero para los ciudadanos", al entenderse que el pago a la empresa se solventa con la explotación comercial de parte del edificio.

Ocaña explica como, seis meses antes de la finalización de las obras, se deberá establecer quién se hará cargo de la gestión del edificio. Si la empresa renunciara, el Ayuntamiento tendría que empezar a pagar su particular hipoteca. Pero esto parece casi descartado, según la opinión de Andrés Ocaña y las declaraciones de Porras.

El delegado de Ferrovial en Andalucía anunció el día de la presentación del proyecto que, en las próximas semanas, su compañía crearía una sociedad que se encargará de la gestión comercial del edificio.

El Palacio del Sur estará divido en dos partes. La primera -con un enfoque público y compuesta por tres auditorios con capacidad para 1.500, 600 y 500 personas cada uno- estará destinada a la celebración de congresos y grandes conciertos (lo que no significa que el Ayuntamiento se plantee que sea la futura sede de la Orquesta de Córdoba, como mantenían fuentes de Ferrovial). La segunda parte sería la dedicada a usos comerciales, es decir, dónde Ferrovial se cobrará los supuestos pagos de la hipoteca.

Esta zona, que será la más próxima a la Mezquita, estará reservada para un hotel, de 170 habitaciones, una zona comercial y unos 500 aparcamientos de rotación, salvo los reservados para los clientes que se alojen en el complejo hostelero.

El hotel, que podría tener la categoría de cinco estrellas, no estará gestionado directamente por la sociedad que creará Ferrovial. Porras ha anunciado que, actualmente, se encuentran en conversaciones muy avanzadas con un grupo hotelero español para que se haga cargo de su explotación comercial.

Si se atiende a las declaraciones de Porras, el proyecto de Córdoba ha hecho que otras ciudades, como Cáceres o Vigo, se interesen por la fórmula PFI para edificios con usos similares. Y es que puede ser una salida para acometer las grandes infraestructuras cuando las administraciones no quieren o no pueden sufragar las obras, eso sí "siempre que se preserve el interés público", según Ocaña.