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Un obrero muerto y otro muy grave por inhalación de gas en Fuenlabrada

Un hombre de 29 años murió y otro de 26 resultó herido muy grave ayer tarde al inhalar gas procedente de un disolvente en el polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada, según fuentes policiales. El fallecido, Fernando Pérez, español, y su compañero, Christian Ignat, de nacionalidad rumana, trabajaban en Felufe, la empresa del padre del primero.

Cuando ocurrió el accidente, los dos trabajadores estaban en la cabina de pintura de la nave, según informó la policía. En la nave también fue encontrado muerto un perro de raza pastor alemán que pertenecía a la familia.

Fue el padre del fallecido quien halló a los dos hombres. Sobre las 18.30, preocupado por la ausencia de su hijo, acudió en su busca a la nave de la empresa, según un portavoz del Summa. Cuando llegó al número 3 de la calle de Matarrosa, en el polígono industrial Cobo Calleja, encontró a los dos hombres en el suelo, inconscientes y en parada cardiorrespiratoria. Los sacó de la nave, avisó al 112 e intentó reanimarlos.

Reanimar al herido

Un trabajador de la nave contigua afirmó que unos compañeros que salían en ese momento acudieron a ayudar al padre. Poco después llegaron al lugar agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la policía local de Fuenlabrada. Cuando las asistencias sanitarias entraron en la nave consiguieron reanimar y estabilizar a Christian Ignat, que fue trasladado en una UVI móvil al hospital Clínico, en la capital, con pronóstico muy grave.

Fernando Pérez no se recuperó del paro cardiorrespiratorio y los sanitarios sólo pudieron certificar su muerte.

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Felufe, SL es una empresa familiar en la que, además del fallecido, trabajan el padre y otro hijo. Ignat es el único empleado ajeno a la familia y lleva alrededor de un año en la empresa, según comentó un empleado de una nave cercana. La empresa se dedica a la producción de metales no férreos y a la aplicación de pinturas y otras actividades similares.

La policía investigaba ayer por la noche las causas por las que se produjo el accidente. Un guardia de seguridad que vigila el polígono afirmó que la empresa suele cerrar a las tres de la tarde, pero los obreros seguían allí cerca de las seis. También dijo que los hombres estaban trabajando con la puerta de la nave cerrada, lo que no resulta habitual en estas empresas.

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