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EL FIN DE UN PAPADO | Reacciones en el mundo

Alí Agca reza por Juan Pablo II desde su cárcel de Estambul

Alí Agca, el turco que intentó asesinar a Juan Pablo II en 1981, rezó ayer por el Pontífice, al que llama "su hermano", en la prisión de Estambul donde está encarcelado, según informó su abogado.

"Mi cliente está muy triste. Piensa en su hermano, el Papa, y reza por él", declaró Mustafa Demirbag tras visitar a Agca en su celda a primera hora de la tarde. El reo "se entristeció" desde que conoció las noticias sobre el crítico agravamiento de la salud del Pontífice, según el letrado.

Alí Agca, de 47 años, tenía 23 cuando disparó sobre Juan Pablo II, que atravesaba la plaza de San Pedro en un coche descapotable para dirigirse a una audiencia general. Era el 23 de mayo de 1981. Recientes documentos desclasificados en Alemania refuerzan la hipótesis de que el atentado fue planeado por los servicios secretos del bloque soviético. El Papa resultó herido grave en el abdomen.

Antiguo militante ultranacioinalista, Agca fue extraditado a su país en 2000, tras haber pasado 19 años en cárceles italianas y haber obtenido el perdón de su víctima. A su llegada a Turquía, fue condenado a siete años y cuatro meses por un robo a mano armada cometido en los años setenta y a cadena perpetua por el asesinato de un periodista en 1979, pena que le fue conmutada por 10 años de cárcel.

Agca no fue el único musulmán que ayer rezó por la vida del Papa. También lo hicieron los 7.000 seguidores de esa fe que hay en Polonia durante la plegaria del viernes, según anunció el muftí de la Unión Religiosa Musulmana de ese país, Tomasz Miskiewicz.

De igual modo, los judíos polacos recitaron una plegaria especial durante el inicio del sabat en la sinagoga de Varsovia. "Desde hace dos mil años, nadie ha hecho tanto como Juan Pablo II por la reconciliación entre judíos y católicos", subrayó el gran rabino de Polonia, Michael Schudrich.

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Otras comunidades

Pero el aprecio de otras comunidades religiosas no fue sólo expresado en su país natal. El "ejemplo moral" para el mundo entero de que habló el primado católico de Inglaterra y Gales, Cormac Murphy-O'Connor, fue avalado por Dalil Boubakeur, presidente del Consejo Francés de la Cultura Musulmana, para quien Juan Pablo II ha tenido "gran influencia y recibido mucho aprecio por parte de los musulmanes", según informa Ricardo Martínez de Rituerto desde Bruselas.

Entre los judíos se reconocía ayer que el papa Wojtyla "ha jugado un papel extraordinario en el restablecimiento de vínculos de amistad entre judíos y católicos", según Roger Cukierman, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia. También el patriarca ortodoxo rumano, Teoctist, elevó plegarias por Juan Pablo II y pidió a todas las parroquias de su país que celebren misas por él. "El patriarca Teoctist ha rezado desde hace varios días por el Papa", declaró Constantin Stoica, portavoz de la Iglesia ortodoxa.

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