_
_
_
_
_

El Gobierno catalán ofrece pisos a otras 97 familias del barrio del Carmel

La negociación sobre las indemnizaciones por daños morales encalla el inicio de los derribos

La Generalitat ha ofrecido a las 97 familias del Carmel cuyos edificios están siendo apuntalados y recimentados la posibilidad de acceder a otras viviendas en régimen de permuta en caso de que no quieran regresar a sus pisos una vez finalizados los trabajos. La complejidad de las obras, que en algunos casos requerirá incluso vaciar temporalmente las viviendas, está en la raíz de las reticencias de los afectados a volver a pisos que, además de grietas, han sufrido en algún caso daños estructurales. Las partes negocian también las indemnizaciones por daños morales.

El temor sobre la seguridad de sus pisos es especialmente relevante entre los vecinos de los dos edificios contiguos a los que están pendientes de derribo. Es decir, las 11 familias de los números 4 del pasaje de Calafell y 8 de Conca de Tremp, edificios colindantes de los que se derribarán. "Hay vecinos que tienen miedo a volver a un piso con daños estructurales, no sólo estéticos", afirmó anoche gráficamente la abogada de las siete familias del número 4 del pasaje de Calafell, Mari Carmen Pérez-Pozo.

La abogada y otros representantes de los vecinos -entre los que también se encuentran los 200 desalojados de la gran finca que comprende los números 9-11 del mismo pasaje y del 37 al 51 de la calle de Sigüenza, cuya fachada cedió hace unas semanas- se reunieron ayer por la tarde con representantes del Departamento de Política Territorial.

Los vecinos solicitan por escrito un convenio marco que fije las condiciones de las obras, del retorno y de la posibilidad de disponer de otras viviendas, y por último las cuantías de las indemnizaciones, incluido el daño moral. Este último capítulo, en el que los afectados exigen un mínimo de 30.000 euros -como las familias que han perdido definitivamente sus casas-, es uno de los que provocan mayor desacuerdo. La Generalitat, por su parte, recordó que a los 6.000 euros ya comprometidos por este concepto se sumarán las aportaciones del Gobierno central.

El enfrentamiento de posturas entre las familias y la Generalitat encalla, en primer lugar, el derribo de los números 6 y 8 del pasaje de Calafell, y el 6 de la calle de Conca de Tremp, y como consecuencia, el proceso de regreso del resto de los vecinos desalojados, puesto que la mayor parte de los afectados se niegan a volver antes de que se produzcan las demoliciones. Éstas serán, consideran los vecinos, la garantía definitiva de que el suelo no se mueve.

Por otra parte, más de 70 asociaciones y entidades se han sumado a la manifestación en solidaridad con los vecinos del barrio prevista para esta tarde en el centro de Barcelona. La Asociación de Vecinos del Carmel es optimista y estima que entre 15.000 y 20.000 ciudadanos acudirán a la marcha. Sin embargo, no pocos afectados por el desalojo mostraron ayer su intención de no participar en señal de protesta contra la asociación, que no ha acudido a ninguna de las cuatro manifestaciones que se han celebrado durante el último mes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La manifestación saldrá de la plaza de Urquinaona y se dirigirá a la de Sant Jaume, y está previsto que participen también en ella vecinos de Sallent y Tarragona afectados por la aprición de grietas en sus viviendas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_