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Sacyr desiste de entrar en el BBVA y obtiene unas plusvalías de 150 millones

La imposibilidad de alcanzar un acuerdo amistoso con el banco precipita el desenlace

Íñigo de Barrón

Se acabaron dos meses y medio de tiras y aflojas. El Consejo de Administración de Sacyr decidió ayer por unanimidad desistir de su intento de entrar en el máximo órgano de gestión del BBVA, por lo que se ha deshecho de las opciones de compra con las que contaba sobre el 2,63% del capital del banco, así como el 0,47% que poseía directamente. La constructora tendrá unas plusvalías de unos 150 millones. La imposibilidad de alcanzar un acuerdo con Francisco González, presidente del BBVA, que siempre consideró hostil la entrada de Sacyr, ha propiciado su marcha acelerada.

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El 30 de noviembre pasado, el grupo Sacyr Vallehermoso (SyV) comunicó al Banco de España y a la CNMV la intención de adquirir "una participación significativa" del BBVA. Este movimiento, considerado como una operación política de acoso y derribo a González por parte del banco, originó un terremoto en el sistema financiero que incluso provocó que se hablara del peligro que podía entrañar la entrada de las constructoras en los bancos, como ocurrió en los años ochenta.

El final de la operación se produjo ayer, cuando la constructora dio orden de venta de los 90 millones de opciones sobre acciones del BBVA, cuyo precio medio es de unos 12,2 euros por título, ya fueron adquiridos entre junio y julio. Además, también colocó los 16 millones de títulos del banco que tenía Sacyr en su balance. Los compradores han sido, según fuentes de la empresa, inversores institucionales que han comprado por bloques. Por esta razón, la venta de este paquete no ha afectado a la cotización del BBVA, cuyas acciones subieron ayer un 0,15%, frente al 0,51% del Ibex 35. Como las acciones estaban compradas a través de un sistema de opciones sobre acciones, Sacyr no ha tenido que realizar ningún desembolso, sino que ha dado orden de venta y ha ingresado la plusvalía.

Fuentes oficiales de la empresa presidida por Luis del Rivero, justificaron ayer la venta porque "Sacyr planteó la operación desde el punto de vista empresarial, pero desde el principio se politizó y se llevó a extremos que carecen de sentido". La constructora asegura que la "intención no es perjudicar a nuestros accionistas, ni a los del BBVA, ni a la institución financiera. Hemos tomado la decisión más adecuada para la defensa de nuestros intereses". La plusvalía obtenida se invertirá, según la empresa, en el crecimiento del negocio.

Otras fuentes cercanas a la constructora creen que la imposibilidad de alcanzar un acuerdo amistoso con el BBVA, que celebra el 26 de febrero su junta general, para tomar puestos en el consejo, ha hecho imposible la operación. El 3 de diciembre, el consejo del BBVA rechazó la entrada de Sacyr porque no aportaba estabilidad. El banco terminó amenazándoles con los tribunales.

Sin embargo, la marcha atrás de Sacyr puede tener consecuencias. Por el momento, Juan Abelló, vicepresidente de la constructora, se vio obligado a dimitir del consejo del Banco Santander para demostrar que este banco no estaba involucrado en la operación. Luis del Rivero se implicó personalmente en la operación, si bien no parece que haya divisiones en el consejo de Sacyr.

La situación afectó al Banco de España, que evitó involucrarse de forma rotunda en la operación, aunque se pronunció en contra de considerar participación significativa la adquisición de las opciones por parte de Sacyr, lo que impedía entrar en el consejo.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, por su parte, realizó unas polémicas declaraciones sobre la necesidad de mantener la españolidad de la entidad financiera, lo que se interpretó como un apoyo a la operación. Desde el BBVA se consideró una operación política urdida por Miguel Sebastián, asesor económico del presidente Rodríguez Zapatero, contra Francisco González. Las razones serían, según estas fuentes, que González despidió a este economista cuando trabajaba en el banco y la afinidad del presidente del BBVA con el PP.

Francisco González, presidente del BBVA, y Luis del Rivero, presidente de Sacyr.
Francisco González, presidente del BBVA, y Luis del Rivero, presidente de Sacyr.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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