_
_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Pax americana'

El periodo histórico que se llama Pax romana comenzó a fraguarse tras el asesinato de César y las luchas intestinas para sucederle; no sé si la Pax americana se podrá consolidar en Palestina tras el asesinato de Arafat y la presión del imperio de Estados Unidos, representado ahora por la terrible mujer Condoleezza Rice. Esta paz, si se consiguiera, va mucho mas allá de los enfrentamientos locales, incluso más allá de la invasión de Irak. Es toda esa región la que se trata de rehacer y de dominar, como Octavio Augusto mantuvo el amplio imperio. A la larga, sería todo el Tercer Mundo, si es que aún se le puede llamar así, el que tenía que contener el hambre de sus habitantes para que no se apagase con las bombas de la Pax americana emitida por Bush y más bien rechazada por Europa. Incluso hay personas que piden la votación favorable a la Constitución europea aludiendo a que así se construiría una nación de naciones capaz de contener el imperio moderno.

No tengo ninguna seguridad, pero sí bastantes sospechas de que esta situación de lo que antes se llamaba Oriente Medio y algunos correctores lo cambiaron por Oriente Próximo sea parte de la guerra contra el hambriento, que no es lo mismo que la guerra contra el hambre. Temo que las ideas de que se pueda repartir mejor la riqueza no sean más que exhibiciones de buena voluntad. Se dice que hay suficiente producción de alimento en el mundo actual para mantener a todos; pero el problema no está en la cantidad, sino en el movimiento centrípeto que tiende a acumularlo en la menor cantidad de personas.

Lo mismo se hacía ya en el mundo de la Pax octaviana -otro nombre para el mismo periodo: pero centrado ya en una persona- y en otras civilizaciones y culturas. La paz europea fue en siglos pasados el fruto de la acumulación de las colonias; una de ellas salió de esa posesión, se independizó y comenzó el movimiento centrípeto a su favor. Llega a su cumbre. Pero no le basta. El hecho de que en el presupuesto que estudió ayer su Gobierno recorte todos los gastos sociales y aumente los militares muestra que la aventura está en su primer desarrollo. Puede que la tregua de Israel y Palestina sea una forma de asegurar la retaguardia de esa inmensa acción.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_