Condoleezza Rice asegura que para EE UU ha llegado la hora de la diplomacia
La nueva secretaria de Estado promete firmeza ante seis países "bastiones de la tiranía"
Condoleezza Rice, a la que el presidente George W. Bush ha encargado ser la voz de EE UU en la escena internacional, dijo ayer que "hay que usar la diplomacia americana para ayudar a crear un equilibrio de poder en el mundo que favorezca la libertad", y que "el momento de la diplomacia es ahora". "El momento de la diplomacia, en mi opinión, era hace mucho tiempo", respondió el senador demócrata Joseph Biden, aunque de su intervención y de la de sus compañeros -incluido John Kerry- se dedujo que no habrá ningún problema para que el Senado confirme el nombramiento de Rice.
JOSÉ MANUEL CALVO
La hasta ahora consejera de Seguridad de la Casa Blanca, de 50 años de edad y que se convertirá en las próximas horas en la primera secretaria de Estado negra -y la segunda mujer en el cargo, después de Madeleine Albright- asumió de manera implícita las críticas al unilateralismo de la Administración estadounidense. Al anunciar la apertura de una era de mayor diálogo, dijo: "Nuestra interacción con el resto del mundo debe ser una conversación, no un monólogo".
Pero después de asegurar que trabajará para mejorar la relación de Washington con los europeos -"nuestros más firmes aliados"-, Rice dejó claro que EE UU irá por su cuenta cuando considere que su seguridad está amenazada: "Las alianzas e instituciones multilaterales pueden multiplicar la fuerza de las naciones amantes de la libertad. Pero, a la hora de juzgar una decisión, nunca olvidaré que la auténtica medida de su valor reside en la eficacia que tengan".
Combate a largo plazo
Rice dijo que la democracia se extiende en el mundo, pero que hay algunos "bastiones de tiranía", e identificó seis: Bielorrusia, Cuba, Irán, Myanmar, Corea del Norte y Zimbabue. Después comparó la amenaza del islamismo radical con la del fascismo y el comunismo durante el siglo XX: "América y el mundo libre están una vez más comprometidos en un combate a largo plazo contra una ideología de odio, tiranía, terror y negación de la esperanza".
En cuanto a Oriente Próximo, Rice prometió "trabajar personalmente" para resucitar el proceso de paz entre israelíes y palestinos después de "la oportunidad" abierta por la muerte de Yasir Arafat y no descartó el nombramiento de un enviado especial para negociar con la nueva Administración palestina. A los países árabes les pidió un mayor compromiso en la solución de los problemas: "No puede ser que, por una parte, inciten a la violencia contra Israel ,y por otra, pidan la paz".
Especialista en la antigua URSS, Condoleezza Rice se mostró preocupada por lo que consideró "creciente autoritarismo" del Kremlin. Más suave fue con China cuando dijo que EE UU "está construyendo una relación sincera y constructiva que subraya los intereses comunes, pero que tiene en cuenta nuestras considerables diferencias sobre valores".
Las críticas demócratas se centraron en Irak. "A pesar de nuestra gran fuerza militar, en mi opinión, estamos más solos en el mundo de lo que hemos estado nunca, que yo recuerde", dijo el senador Biden, que añadió que EE UU "está pagando un alto precio" por su política. No se quedó atrás el ex candidato presidencial, John Kerry: "Fuimos a rescatar Irak de Sadam Hussein, y ahora yo creo que tenemos que rescatar nuestra política de nosotros mismos". Kerry dijo que la actual política hace crecer la insurgencia en lugar de controlarla y que sabía de líderes "árabes y europeos" que quieren hacer algo más en Irak, pero que han visto rechazados sus ofrecimientos. Rice reconoció que se tomaron decisiones desafortunadas y que ahora hay "desafíos tácticos" sin resolver, pero aseguró no estar al tanto de que se haya rechazado ninguna oferta de ayuda de otros países.
Dudas sobre la guerra
El intercambio más tenso se produjo cuando la senadora Bárbara Boxer puso en duda el "respeto por la verdad" de Rice al señalar que la guerra se hizo por las armas de destrucción masiva, y que la misión cambió al no aparecer los arsenales. "No eran sólo las armas", dijo Rice, que habló de la percepción de nuevas amenazas tras el 11-S, y que acabó dirigiendo estas palabras a la senadora. "Espero que no esté poniendo en duda mi integridad, espero que no implique que yo me tomo la verdad a la ligera".
Sobre el principal elemento de ansiedad en EE UU, el regreso de las tropas de Irak, Rice dijo que todo depende de "la capacidad iraquí para defenderse de los terroristas" después de la celebración de las elecciones del 30 de enero, y que no podía establecer un calendario.
Rectificando, sin decirlo, la desafortunada pancarta de "misión cumplida" que recibió a Bush en el portaaviones Lincoln el 1 de mayo de 2003, Rice dijo: "El objetivo es conseguir cumplir la misión, y ahora estamos concentrados en garantizar la seguridad de las elecciones".
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