"Las críticas, según de dónde vengan, me hacen sentir mejor persona"

José Miguel Monzón, Gran Wyoming (Madrid, 1955), pretende "vivir sin trabajar". Pero de momento se ha quedado sin vacaciones estas Navidades. Junto al resto del equipo de La azotea de Wyoming da los últimos toques al show nocturno que TVE-1 estrena el próximo 12 de enero. El ex reportero de Caiga quien caiga (Tele 5) regresa a la cadena pública, donde ya intentó un proyecto similar en 1993 con El peor programa de la semana. "Vamos a criticar lo que no nos guste", promete. Ha firmado por 13 programas.

Pregunta. Desde septiembre se anuncia su llegada. ¿Qué ha retrasado el estreno?

Respuesta. Algunos imponderables de la parte técnica, la construcción del decorado... Íbamos muy justos y ya nos metíamos en las Navidades, una época muy rara, sin un público fidelizado...

"Vamos a hacer un programa muy pegado a la actualidad. Y vamos a criticar lo que no nos guste. No va a ser blanco o de divertimento puro"

"Ya me he arrepentido de entrar en el proyecto. No soy vocacional. Si me pagaran lo mismo por no venir, no vendría"

P. ¿Qué hay en La azotea de Wyoming?

R. Es un talk-show semanal, de una hora de duración, con entrevistas, sketches, secciones con invitados, un informativo, música... Es un programa muy relacionado con la actualidad. Queremos dar un repaso a lo que ha ocurrido.

P. Y no estará solo.

R. No, Pepín Tre -lleva una agenda de actualidad- y Pedro Reyes -hace entrevistas con el más allá- son los colaboradores fijos cada semana, y el resto -monologuistas, humoristas- irán rotando. Moncho Alpuente interviene además como guionista. Reverendo estará con la banda, Eric -batería-, Simón -guitarra- y Javier -bajo-.

P. ¿Qué tiene este show de formatos anteriores como La noche se mueve (Telemadrid, 1992) o El peor programa de la semana (La 2, 1993)?

R. Tiene bastante que ver. Es una intersección de todos ellos. El hecho de que yo hable mucho le da un tono.

P. Coincide en horario de emisión con Crónicas marcianas (Tele 5) y Buenafuente (Antena 3). ¿Por qué ha de elegir TVE-1 el espectador?

R. Por el contenido. Vamos a hacer un programa muy pegado a la actualidad. Vamos a hablar de lo que pasa y vamos a comentarlo. Y vamos a criticar lo que no nos guste. El show no va a ser blanco o de divertimento puro.

P. Su fichaje ya ha sido discutido desde la oposición. Usted, que aseguró mientras mandaba el Partido Popular que "este país es muy servicial con el Gobierno", ¿va a mantener el tono de crítica mordaz del que por entonces hacía gala en CQC?

R. Sí, lo que pasa es que yo no soy neutral. Ya nos acusaban de ello algunos correos electrónicos que recibíamos en CQC. No soy neutral con el racismo, con los malos tratos, con el machismo, con la libertad... Con todo eso parece que estás atacando siempre al mismo, pero ése es un problema de él. Me dicen mucho: 'Tienes que dar caña a los dos'. ¿Y qué? ¿Si uno mete la pata me tengo que meter con el otro, que no ha hecho nada? Eso te convierte en una especie de marioneta con una porra que da caña como un enfermo. Pero ¿neutral? Ni de coña. Y las críticas, según de donde vengan, me hacen sentir mejor persona, y que voy por el buen camino.

P. "Mi aspiración es vivir sin trabajar", dijo en una entrevista. ¿Qué le ha convencido para dejar aparcado ese loable propósito?

R. Ya me he arrepentido de entrar en el proyecto. Es condición natural del ser humano querer estar donde no está. Y cuando lo consigues te preguntas qué haces aquí con lo bien que estabas allí. No soy vocacional. Si me pagaran lo mismo por no venir, no vendría. A los que tanto interés tienen en que no haga programas, les pido que creen una fundación, me ingresan la nomina y les prometo no venir. Aprovecho para desmentir, como han asegurado algunos medios, que tenga un contrato secreto con [Carmen] Caffarel [directora general de RTVE], en pago por servicios prestados al participar en la película colectiva Hay motivo.

P. ¿Y mantendrá sus compromisos con el cine, la música, iniciativas solidarias...?

R. No puedo, por incompatibilidad horaria, y ya me fastidia. Ahora estoy también en funciones de director, empleado a jornada completa. Si el programa se asienta y me puedo liberar, sí lo haré.

P. Su anterior colaboración en TVE, El peor programa de la semana, se zanjó abruptamente en febrero de 1994 después de que la cadena vetara a un invitado, el escritor Quim Monzó, que días antes había ironizado en TV-3 sobre la infanta Elena. ¿Hay tabúes en La azotea...?

R. No, y tampoco los había entonces en principio. Aunque luego puede llegar una orden completamente ajena a tu voluntad. No he recibido ninguna instrucción. Y espero no recibirlas porque se vive mejor. No vamos a hacer ningún programa disparatado. En los siete años de CQC jamás sacamos noticias que no tuvieran que ver con lo que estaba ocurriendo y nunca entrevistamos a nadie por cosas que no tuvieran que ver con su cometido y su responsabilidad. No es necesaria la profilaxis.

P. Tele 5 recupera en 2005 CQC, que retiró en 2002. ¿Le llamó la cadena privada para ofrecerle que volviera a presentarlo?

R. Sí, una vez, cuando iban a comprar el formato, pero luego no hemos vuelto a hablar. Ya estaba metido en esto, y ni siquiera me lo pensé. Y habían pasado dos años y medio.