"Intentaré dar ejemplo de política integradora y de acuerdos"

Gregorio Peces-Barba, 66 años, ponente constitucional, ex presidente del Congreso (1982-1986) y rector de la Universidad Carlos III, quiere mostrar que en la lucha contra el terrorismo se puede, y debe, actuar sin comportamientos partidistas. Él lo va a intentar, asegura, desde el Alto Comisionado para la Atención a las Víctimas del Terrorismo.

Pregunta. ¿Por qué la intervención de Pilar Manjón se ha convertido en un aldabonazo moral?

Respuesta. Era una intervención muy legitimada, por haber muerto en el 11-M un hijo suyo. Y fue además una intervención hecha con mucho sentimiento. Eso hizo que contrastase con algunos comportamientos en la comisión más frívolos y realizados desde una discrepancia exagerada, que en un tema como el de las víctimas del terrorismo no debería existir. Pero además de decir "póngase de acuerdo, éste no es un tema para la política", ha enviado un mensaje de una grandeza democrática extraordinaria. Porque su intervención fue a favor de la democracia, como quedó patente cuando dijo que fue a votar cuando todavía no estaba enterrado su hijo.

"La intervención de Pilar Manjón produjo un gran momento democrático, memorable"

"La comparecencia de Aznar aceleró la impresión de que hacían falta mecanismos de coordinación"

"Queda todavía mucha burocracia. Hay mucho terreno para mejorar la ayuda a las víctimas"

P. En la intervención de Pilar Manjón hubo reproches alusivos al anterior Gobierno, del PP, pero también una muestra de desencanto con los políticos en general por convertirlo todo en política. ¿Lo comprende? ¿Le preocupa?

R. Ésa es una manifestación de los sentimientos de comprensión y afecto que necesitan las víctimas y que no han encontrado en esos planteamientos que critican. Pero insisto: no es una crítica al sistema sino a comportamientos concretos que se deben corregir, y espero que se corrijan.

P. Esa intervención, ¿ha deparado un inesperado, y memorable, momento de acercamiento entre los ciudadanos y el Parlamento?

R. Es un gran momento democrático el que se ha producido. Me parece importante, y memorable, lo que se vivió.

P. ¿Qué conclusiones extrae como ex presidente del Congreso de la crítica a la comisión de investigación de que "ustedes han hablado esencialmente de ustedes"?

R. No quiero entrar en los temas de la comisión, porque no deseo que la actividad del Alto Comisionado para la Atención a las Víctimas del Terrorismo pueda parecer que produce mensajes, juicios o valoraciones partidistas. Yo he traducido el mensaje de la señora Manjón en un propósito personal: el secretario de Estado va a hacer política de Estado.

P. ¿Cree que es necesario abrir otra comisión de investigación en la que no estén los partidos?

R. En absoluto. Creo que eso es un exceso derivado de una situación en la que los sentimientos desbordan la razón. Ya está actuando el Parlamento, que es el representante de la soberanía popular.

P. ¿Cree que debe continuar abierta esa comisión y realizar nuevos interrogatorios, o aprestarse a emitir sus conclusiones y dejar que sean los tribunales los que prosigan la investigación?

R. Ése es un punto controvertido entre los dos grupos mayoritarios, y yo prefiero no entrar en ese debate.

P. ¿En qué aspectos tiene ya claro que se puede mejorar la atención a las víctimas del 11-M?

R. Se puede mejorar desde una dedicación grande en una organización administrativa como es el Alto Comisionado. Me consta que el Ministerio del Interior lo está haciendo muy bien. He leído que varias asociaciones de víctimas de ETA y del 11-M así lo han reconocido. Pero queda todavía mucha burocracia. Hay mucho terreno para mejorar.

P. ¿Cuál va a ser exactamente su cometido?

R. El principal es vigilar la situación de las víctimas del terrorismo, ver los problemas que tienen y sugerir mejoras.

P. ¿A partir de ahora, usted será un árbitro que intervenga para cortar los intentos de uso partidista de las víctimas del terrorismo?

R. No para cortar, pero desde el Alto Comisionado intentaré dar ejemplo de que se rechaza ese tipo de planteamientos y se hace un planteamiento integrador, de política de Estado.

P. ¿Ve un clima político favorable para que se cumpla el deseo de las víctimas de servir de "signo de unión" en la relación entre los partidos para combatir el terrorismo?

R. Hay que hacer de la necesidad virtud. Espero que los partidos hayan recibido bien el mensaje. De lo contrario van a ser severamente sancionados.

P. Rajoy ha expresado rápidamente apoyo a su nombramiento.

R. Es un signo de que no soy persona que suscite rechazo por parte del PP. Mariano Rajoy y yo nos conocemos desde hace bastante tiempo. Supongo que sabe que soy una persona independiente y que voy a hacer el máximo esfuerzo para defender el interés general.

P. ¿Se siente con autoridad para intervenir en situaciones como la del Parlamento vasco, donde una ponencia sobre víctimas del terrorismo ha terminado su trabajo sin el menor consenso?

R. Solamente puedo dar un ejemplo de integración y de búsqueda de acuerdos, porque mi función se limita a la Administración General del Estado. En relación con las además Administraciones, puedo sugerir soluciones en aspectos relacionados con la atención a las víctimas pero nunca en temas de discrepancia política.

P. ¿Por qué no ha habido quejas importantes de utilización de víctimas de ETA como "arma arrojadiza entre los partidos" y sí las ha habido en relación con las víctimas del 11-M?

R. Es un hecho que merece reflexión. En todo caso, tiene muy poco sentido que haya distintas posturas sobre las del 11-M.

P. ¿Desde cuándo el Gobierno planeaba crear un Alto Comisionado para la atención a víctimas del terrorismo?

R. Ya antes de las elecciones, el presidente Zapatero pensaba que había que crear mecanismos de coordinación. Esa sensación se aceleró tras la intervención del ex presidente Aznar en la comisión de investigación. En ese momento volvimos a hablar. Y el pasado miércoles me transmitió que le gustaría que me hiciera cargo del Alto Comisionado.

P. ¿Es compatible su nueva tarea con el cargo de rector de la Universidad Carlos III?

R. Voy a dedicar la mitad de mi tiempo al Alto Comisionado, al que mis colaboradores se dedicarán al cien por cien, y la otra mitad la dedicaré a seguir siendo profesor de universidad. Lo que no habrá será compatibilidad de remuneraciones, porque sólo percibiré la de la universidad. Respecto a continuar como rector, lo voy a consultar con mis compañeros de rectorado.