_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hambre

El derecho a no pasar hambre. He aquí una libertad que la humanidad todavía está lejos de garantizar. En tan penosa constatación fundamenta su propuesta de "soberanía alimentaria" el Foro Mundial sobre la Reforma Agraria, que estos días reúne en Valencia a centenares de representantes de más de sesenta países. Estimulado por el impulso altermundialista del Foro de Porto Alegre de 2002, este encuentro enlaza con aquel viejo postulado de la FAO según el cual, en los países subdesarrollados, la reforma agraria es el paso previo al desarrollo, pero lo actualiza desde las nuevas sensibilidades ecológicas, humanitarias y antiglobalizadoras. Ello comporta contradicciones y contrastes. No resulta fácil, como intenta el polémico José Bové, congeniar la defensa del proteccionismo agrario en Europa con el apoyo a las posibilidades de mercado de los productores agrícolas africanos, asiáticos o latinoamericanos. Resulta científicamente muy discutible la oposición de la ecofeminista india Vandana Shiva a los cultivos y alimentos genéticamente modificados. También es cuanto menos arriesgada la identificación que postula Samir Amin de la globalización con un "capitalismo senil" que trata de imponer una "barbarie atroz". Pero ¿quién puede disipar sin mala conciencia los aspectos oscuros de la colonización comercial y alimentaria?, ¿quién no se siente incómodo ante la comercialización de patentes que afectan a la biodiversidad del planeta?, ¿quién no comparte que hay que hacer frente a las condiciones del capitalismo contemporáneo desde una profundización de la democracia y no sólo del mercado? Como dice con razón Vandana Shiva, "el hambre ocurre porque las personas no tienen derechos, no porque no haya alimentos". Ambivalente, como todos los movimientos críticos, el foro agrario que congrega en Valencia a agricultores y campesinos, pero también a representantes de organizaciones no gubernamentales, especialistas y científicos, es un crisol de inquietudes y alternativas que emite, además, una llamada de alerta internacional sobre el clásico problema, aún dramáticamente vigente en buena parte del planeta, de la pobreza y su relación con la estructura de producción y la propiedad de la tierra.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_