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LA FACTURA FARMACÉUTICA

Nuevos fármacos bajo control y receta electrónica

La Agencia Española del Medicamento es la protagonista del plan que presentó ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado. La titular destacó que su presupuesto aumentará un 18% el año que viene. El objetivo del refuerzo del organismo es que se agilicen las aprobaciones de nuevos productos, y se realice un mayor control sobre su precio. El ministerio establecerá una vía rápida de aprobación para genéricos y productos muy innovadores. El resto tendrá que demostrar alguna ventaja para que se le autorice un precio mayor (es lo que se llama financiación selectiva).

Según Salgado, cuando llegó al ministerio, 790 expedientes de financiación llevaban en la Agencia Española del Medicamento retrasos de hasta 60 meses para que se aprobara su precio y decidir si se incluían entre los financiados por el sistema público. Además, la política de precios servirá para proteger a los genéricos, evitando que algún laboratorio maniobre para quedarse con el mercado (por ejemplo, bajando mucho un producto hasta echar a los competidores).

La Agencia también será la encargada de informar a los médicos de los productos existentes y los que se incorporen. Hasta ahora esa labor era asumida exclusivamente por los visitadores médicos de los laboratorios, cuyo papel deberá cambiar. Los congresos y cursillos podrán contar para el currículo de los profesionales. Ello no quiere decir que se abandonen estas labores por parte de los laboratorios, ya que, entre otros motivos, su coste está incluido en el precio cuando se aprueba. La parte de la información a cargo de Sanidad y las comunidades autónomas se financiará con la tasa del 2% impuesto a los laboratorios.

Receta unificada

Para aumentar el control, se creará un modelo único de receta, que incluya también las consultas privadas. Este documento debe servir de control e información, y se reforzarán las medidas para que no se vendan medicamentos de prescripción sin ella. A lo largo de la legislatura se implantará un sistema de receta electrónica que facilite el seguimiento por parte del médico y el farmacéutico, y el cumplimiento de los pacientes, sobre todo los crónicos.

Con la misma idea se trabajará para que los laboratorios adecúen la presentación de los productos a la dosis estándar. Con ello se ahorra, y se facilita el cumplimiento. Las dosis personalizadas (dar un número de pastillas en cajas especiales con compartimentos que señalen tomas o días, como mañana-tarde-noche o días de la semana) se reservarán para enfermos crónicos polimedicados con dificultades para seguir el tratamiento.

Además se creará un Comité de Farmacovigilancia que permita tener datos mensuales no sólo del consumo total, como ahora, sino también de qué medicamentos son los más consumidos dentro de cada grupo.

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