_
_
_
_
_
Reportaje:

La sensatez como remedio contra la cirrosis

Las nuevas terapias para el hígado están lejos, pero el diagnóstico y la prevención ya pueden eliminar las listas de espera

Javier Sampedro

La cirrosis mata a más de 25.000 europeos al año. Los médicos no tienen todavía ninguna herramienta eficaz para curarla, con la excepción del costoso y siempre escaso trasplante de hígado, pero sí conocen las tres causas de la gran mayoría de los casos: el alcohol, la grasa y los virus de la hepatitis. Las tres son evitables. Para el resto de los casos, que se deben más a la genética que a los hábitos, bastaría con las actuales donaciones de órganos. La nueva medicina tardará todavía en llegar al hígado, pero la prevención y el diagnóstico están ya en condiciones de eliminar las listas de espera para un trasplante hepático vital.

Éste fue el principal mensaje que transmitió ayer José María Mato, director del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias de Bilbao y Premio Nacional del Investigación en Medicina 2004, durante la entrega de diplomas de los cursos de verano organizados por la Escuela de Periodismo UAM / EL PAÍS y la Fundación BBVA.

Estropear el hígado no es tan fácil como puede parecer, porque este órgano, que soporta una gran parte de la fisiología diaria del cuerpo humano -procesa los alimentos, almacena la energía, fabrica proteínas esenciales para la sangre y elimina el alcohol, los fármacos y las toxinas- tiene una notable capacidad de regeneración. Mato, que tituló su conferencia De Prometeo a los chips de ADN, explicó que los griegos habían descubierto ya esa habilidad del hígado hace 3.000 años. De ahí que Prometeo, a quien un águila comía el hígado todas las noches, pudiera reponerse cada día gracias a la regeneración hepática.

"Pero todo tiene un límite", prosiguió Mato. El hígado puede soportar un consumo de alcohol moderado, pero si ese hábito persiste durante 10 o 20 años los daños se hacen irreversibles. Las células se llenan de grasa, el órgano intenta rellenar las zonas dañadas con cicatrices y la capacidad de regeneración se esfuma. El alcoholismo es la principal causa de cirrosis en los países desarrollados.

El proceso es similar con la alimentación excesiva. "Los productos con mucha grasa, al igual que el tabaco, deberían llevar etiquetas que advirtieran de los riesgos que comportan para la salud", propuso el científico. Y los virus de las hepatitis B y C pueden producir resultados similares. "Estos virus son detectables", dijo Mato, "y es intolerable que se produzcan contagios en los hospitales". La transmisión de estos virus suele producirse por transfusiones mal controladas, jeringuillas compartidas y prácticas sexuales sin protección.

Junto a la prevención de todo lo anterior, Mato predijo que los primeros avances biotecnológicos que llegarán a la práctica médica serán los métodos de diagnóstico precoz. Permitirán revelar que el hígado está empezando a deteriorarse mucho antes de que el proceso sea irreversible. Las nuevas terapias para reparar un hígado ya dañado tardarán mucho más en estar disponibles.

Un centenar de alumnos han seguido este verano cinco cursos de periodismo especializado: científico, económico, internacional, medioambiental y electrónico y de precisión. El presidente del grupo PRISA, Jesús de Polanco, y el del BBVA, Francisco González, coincidieron en subrayar que la globalización y la innovación científica y tecnológica han convertido la formación continua -hasta hace pocos años un lujo empresarial- en una práctica esencial, y muy especialmente para los medios de comunicación. El rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Ángel Gabilondo, ratificó el apoyo de esa institución a esta "iniciativa extraordinaria".

El científico José María Mato, de pie, junto al presidente de PRISA, Jesús de Polanco; el presidente del BBVA, Francisco González; el rector de la UAM, Ángel Gabilondo; el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, y el director de la Escuela de Periodismo UAM / EL PAÍS, Joaquín Estefanía.
El científico José María Mato, de pie, junto al presidente de PRISA, Jesús de Polanco; el presidente del BBVA, Francisco González; el rector de la UAM, Ángel Gabilondo; el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, y el director de la Escuela de Periodismo UAM / EL PAÍS, Joaquín Estefanía.ULY MARTÍN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_