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El consistorio sube los aparcamientos para combatir la congestión del tráfico

Críticas de CiU y PP al incremento del 32% de las tarifas

Aparcar una hora en la zona azul costará en enero 2,25 euros en la primera corona de Barcelona -Eixample y Ciutat Vella-. A partir del 1 de noviembre, dejar el coche en un aparcamiento municipal costará lo mismo. El consistorio defiende la medida como un arma para luchar contra la congestión del tráfico. CiU, PP y el Consejo de Gremios la critican y la tildan de consecuencia de un "monopolio fáctico".

El Consejo de Gremios, que agrupa a 35.000 comerciantes, anunció ayer que pedirá al Tribunal de Defensa de la Competencia que intervenga ante la subida de precios de los aparcamientos municipales y de concesión por considerar que las operadoras, la pública Barcelona de Serveis Municipals (BSM) y la privada Saba, tendrán un "monopolio fáctico" en algunas de las zonas de la ciudad. En especial en el centro. "No se puede permitir que unas empresas concesionarias, que actúan en monopolio, aumenten unilateralmente el 33% las tarifas", declaró ayer el presidente del Consejo, Miguel Ángel Fraile.

Entre BSM y Saba explotan unas 15.000 plazas, gran parte de ellas en Ciutat Vella y Eixample. Es en esa corona donde las tarifas pasarán de los 1,70 euros a la hora actuales a 2,25. En el caso de las plazas de BSM, se introdujo la fracción de cinco minutos en enero de 2002. Ahora los aparcamientos de Saba con concesión municipal -son 11 y tienen unas 9.600 en toda la ciudad- introducen la fracción de cinco minutos a partir de la primera media hora. La decisión la tomó el Ayuntamiento de Barcelona en abril de 2004 como condición para renovar a Saba cuatro de sus 11 concesiones, además de invertir en mejorar la seguridad y accesibilidad de sus estacionamientos. Las tarifas de la segunda corona, lo que queda desde el límite de Eixample hasta la Ronda del Mig, será de dos euros. La misma que se cobrará en la zona azul a partir de enero.

Jordi Hereu, concejal de Movilidad, afirmó ayer que el aumento de las tarifas es "una medida disuasoria que nos ayudará a combatir el fenómeno de la congestión de coches en el centro de la ciudad". También argumentó que el consistorio quiere gestionar de manera integral toda la política de aparcamiento "tanto en calzada como toda la red propia o en los aparcamientos de concesión". Persiguiendo ese objetivo, el consistorio anunció a final de septiembre que convertirá en plazas de pago todos los estacionamientos en las calles que no estaban regulados -unos 40.000- con una tarifa baja para los residentes y otra - a 2,75 euros una sola hora en Ciutat Vella y Eixample- para los de paso.

Si aquella medida ya levantó polvareda, la subida de tarifas que entrará en vigor en enero volvió a provocar ayer la airada reacción de los grupos de la oposición. El presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias, acusó ayer al alcalde, Joan Clos, de mostrar una actitud de "obsesión por recaudar impuestos sin guardar las formas". En parecidos términos se pronunció Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del Partido Popular.

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