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La Junta inmoviliza

la cabaña de rumiantes en cinco provincias Bruselas ofrece un millón de vacunas y cierra las fronteras a la exportación de ganado

La Junta de Andalucía decidió ayer ampliar la orden de inmovilización de la cabaña de rumiantes (bovinos, ovinos y caprinos) hasta un radio de 150 kilómetros desde el corredor de Algeciras-Medina (Cádiz), ante la aparición de nuevos casos de reses que padecen los síntomas del mal de la "lengua azul". El decreto emitido en colaboración con el Ministerio de Agricultura y Pesca, impide el movimiento de cualquier rumiante, en las provincias de Málaga, Sevilla, Huelva y parte del sur de Granada, además de Cádiz, donde se detectó el primero de los casos. Hasta se habían detectado síntomas de la enfermedad en una docena de animales en cuatro explotaciones de Cádiz y Málaga.

Ante la gravedad de la situación y las pérdidas que se pueden originar en un sector que empezaba a recuperarse del llamado mal de las vacas locas, que nada tiene que ver con la enfermedad actual, el Ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA) convocó ayer a instancias del Gobierno andaluz una reunión a la que asistieron representantes de las distintas comunidades autónomas. Por parte del Ejecutivo andaluz estuvo presente el director general de Producción Agraria, Manuel Sánchez Jurado, quien al final de la reunión valoró las medidas de cooperación que se van a establecer entre las propias autonomías, para obtener un mejor resultado en la detección de la enfermedad antes de su desarrollo y para intentar controlar la presencia del mosquito que contagia la enfermedad y que podría haber llegado desde Marruecos.

"De momento, el lunes se va a iniciar la vacunación de todo el ganado ovino y se va a empezar a trabajar, incluso en colaboración con Marruecos, para que esta situación no se vuelva a repetir", manifestó el director general, que confirmó la existencia de, al menos 12 casos de "lengua azul", en tres explotaciones de Cádiz y una de Málaga.

Los costes de las vacunaciones van a ser asumidos por el propio MAPA, mientras que la Junta de Andalucía se hará cargo del resto de analíticas y controles necesarios para intentar que los síntomas de este mal que sólo afecta a la cabaña rumiante y no al resto de animales, ni a las personas, se siga extendiendo.

La comisión europea anunció ayer la prohibición de envíos y exportaciones de ganado desde Andalucía y anunció que el próximo día 19 de octubre se volverá a reunir el comité de la cadena alimentaria y el bienestar animal de la UE, el órgano que reúne a expertos de los veinticinco. Bruselas ofreció ayer a España un millón de dosis de vacunas contra la lengua azul para que pueda afrontar el posible brote de la epizootia.

Las asociaciones agrarias insistieron en la necesidad de mantener una reunión urgente con el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, ya que las pérdidas en estos cinco días de inmovilización de las reses han sido ya cuantiosas. "No podemos decir a cuanto ascienden las pérdidas, hasta que no se levante la prohibición de movimiento, pero la situación para nosotros puede ser caótica", señaló Salvador Pineda, secretario de COAG en Cádiz.

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De momento, aunque no existe confirmación alguna, ya que habrá que esperar a ver el resultado de los análisis que se vayan realizando a los animales después de las primeras vacunaciones, no se espera que la orden de inmovilización decretada por la Junta sea levantada en menos de quince días.

El ganadero gaditano, Antonio Gavira es uno de los afectados. Hoy tenía que lidiarse una corrida de su hierro en la plaza de toros de Jaén, pero los toros no pudieron ser embarcados el pasado miércoles. Gavira afirmó ayer que "las autoridades han actuado con celeridad a la hora de atajar este problema y eso da confianza a los ganaderos, pero sin embargo no se están tomando las medidas acertadas en el caso de las reses de lidia, cuyas peculiaridades no se están teniendo en cuenta". Este ganadero ha perdido ya dos festejos, por lo que las pérdidas para él, en sólo cinco días ascienden, según asegura a 70.000 euros.

Este es uno de los ejemplos del revés que esta fiebre catarral pueda causar a un sector, que en el caso de la provincia de Cádiz, es principalmente llamativo, ya que es la tercera provincia en explotaciones ganaderas de España.

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