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Reportaje:

Tras la pista de El Afgano

La policía sospecha de cuatro 'ex muyahidin' que lucharon en Afganistán como presuntos ideólogos del 11-M

José María Irujo

¿Quién es Abu Dujan al Afgani, portavoz del ala militar de Ansar Al Qaeda en Europa? La verdadera identidad del hombre que se arrogó la inducción del 11-M se ha convertido en uno de los misterios pendientes de la investigación de la matanza de Atocha, cuyos autores materiales están muertos, detenidos o huidos. Siete meses después del atentado, los servicios de inteligencia creen que Al Afgani no era ninguno de los miembros del comando, sino que los asesinos hablaron en su nombre. Y barajan cuatro nombres: Amer el Azizi, marroquí; Rabei Osman, egipcio; Mustafá Setmarian, sirio, y un argelino cuya identidad se guarda con celo. Todos vinculados a la red de Osama Bin Laden y a sus grupos satélites asociados, según señalan fuentes próximas a la Unidad Central de Información Exterior de la policía, que dirige la investigación.

Los servicios de inteligencia de otros países han aportado poco sobre el 11-M
La policía cree que el firmante del vídeo y el comunicado no era un miembro del 'comando'

"Estos ataques son sólo una pequeña muestra y un aviso que os hacemos (...). Esto es un aviso del portavoz del ala militar de Ansar Al Qaeda en Europa, Abu Dujan al Afgani", concluyó en un vídeo grabado la tarde del 13 de marzo un tipo armado que vestía una túnica blanca y tapaba su rostro con una sábana, gafas oscuras y un gorro de lana. Era probablemente Rachid Oulad, uno de los dos hermanos marroquíes que se suicidaron en el piso de Leganés. Aquella película, grabada y encontrada el mismo día 13 en una papelera junto a la mezquita madrileña de la M-30, fue la primera reivindicación verídica del atentado. Y los asesinos la acuñaron con el sello de Al Qaeda.

El 3 de abril, un fax enviado al diario Abc y manuscrito en árabe por Sarhane ben Abdelmajid, El Tunecino, el presunto jefe del comando terrorista, muerto también en Leganés, contenía nuevas amenazas y otra vez la firma del enigmático Abu Dujan al Afgani. "Nosotros, el Batallón de la Muerte, anunciamos la anulación de la anterior tregua..".

Al Afgani significa El Afgano, nombre que se arrogan con orgullo aquellos muyahidin que han entrenado o combatido en los campos terroristas de Bin Laden en Afganistán. Se estima que hay más de 15.000 ex muyahidin que tras entrenar en ese país regresaron a Europa, Asia o África y se integraron en las denominadas células durmientes, según informes policiales. Ninguno de los autores materiales de la matanza de Atocha combatió o entrenó en ese escenario, por lo que los analistas de la Comisaría General de Información de la policía creen que Abu Dujan al Afgani, era otra persona ajena a los miembros de la célula. "Puede barajarse la posibilidad de que ambos comunicados se efectuaran en nombre de otro activista, que si bien no integraba la célula operativa sí hubiera podido desempeñar el papel de líder ideólogico", señala un informe de la Comisaría General de Información de la policía, en el que a continuación se apunta al marroquí Amer el Azizi, un personaje escurridizo que escapó en noviembre de 2001 a una redada policial en Madrid.

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El informe en el que señala a Azizi como Abu Dujan lo define así: "Es operativo al ciento por ciento, está relacionado con el reclutamiento de muyahidin en Afganistán, conoce España perfectamente, está casado con una española y se ha relacionado intensamente con el grupo de los religiosos radicales del barrio de Lavapiés. Era mano derecha de Abu Dahdah (el sirio Imad Eddin Barakat, detenido como presunto jefe de Al Qaeda en España) en la rama marroquí". El nombre de ambos apareció en un campo terrorista de Al Qaeda en Afganistán.

Azizi fue detenido en octubre de 2000 en Estambul (Turquía) en compañía de Said Berraj, uno de los presuntos autores materiales del 11-M, y de otros tres muyahidin a los que querían trasladar a Afganistán por una nueva ruta. Todos fueron expulsados del país, pero Azizi regresó a Madrid. Su pista llega hasta EE UU, ya que su teléfono apareció en la agenda de Zacarías Moussaoui, un marroquí detenido un mes antes del 11-S cuando aprendía a pilotar aviones.

Rabei Osman, El Egipcio, es otro de los candidatos que, según la policía, podría esconderse bajo el nombre de Abu Dujan al Afgani. Durante su estancia en Madrid se arrogó ante varios testigos haber entrenado en Afganistán durante el régimen de los talibanes. Las intervenciones telefónicas de la policía italiana en las que este antiguo artificiero del Ejército egipcio se atribuyó la organización del 11-M, le sitúan también como presunto cerebro o inductor del ataque terrorista. Pero ¿era él Abu Dujan al Afgani? o sólo fue el hombre que adiestró en el uso de los explosivos a Jamal Ahmidan, El Chino, y a otros miembros del comando terrorista.

La investigación sobre Abu Dujan al Afgani también apunta a Mustafá Setmarian, un sirio casado con una madrileña al que la policía considera fundador de la célula de Al Qaeda que lideraba Abu Dahdah. Setmarian pasó de vivir en Madrid y Granada vendiendo objetos árabes en los mercadillos a dirigir en Londres la publicación Al Ansar, órgano de expresión del Grupo Islámico Armado (GIA). Su redactor jefe era el palestino Omar Mammud Othman, Abu Qutada, líder espiritual de Al Qaeda y de otros grupos salafistas. Un auto del juez Baltasar Garzón lo sitúa en la cúpula de Al Qaeda y asegura que dirigió campos terroristas en Afganistán. Varios servicios de inteligencia aseguran que vive oculto en Pakistán.

La presunta participación en el 11-M del argelino Allekema Lamari, presumiblemente el suicida que no ha sido identificado, ha abierto una nueva vía de investigación que puede conducir hacia la identidad del autor intelectual. Él no estuvo en Afganistán, pero tuvo estrechas relaciones con algunos ex muyahidin.

"Estamos trabajando en esta dirección por si la aparición de Lamari nos conduce hasta una cabeza superior con la que hasta ahora no contábamos", señala un responsable de la investigación. Lamari fue detenido en Valencia en 1997 y condenado a nueve años de prisión por dirigir una red del Grupo Islámico Armado (GIA). A su célula se le requisaron armas y propaganda. Según una nota del Centro Nacional de Inteligencia, en septiembre de 2003 Lamari comentó que habría un atentado en España.

Los servicios de inteligencia españoles han facilitado a sus homólogos europeos el nombre de Abu Dujan al Afgani por si aparece en alguna de sus investigaciones, pero para todos ellos resulta un apodo desconocido. Salvo la detención de El Egipcio en Italia, cuya búsqueda y captura tramitó la Audiencia Nacional semanas después del 11-M, las policías de otros países europeos no han aportado datos relevantes sobre el atentado contra los trenes de Atocha. Un alto mando policial señala otra posibilidad sobre la identidad del Afgani: "No hay que descartar la hipótesis de que Abu Dujan sea un muyahidin muerto en Afganistán, Bosnia o Chechenia al que pretendían rendir tributo". Y destaca que hubo un precedente en Francia.

Rabei Osman, <i>El Egipcio,</i> en una de sus comparecencias ante el tribunal de Milán.
Rabei Osman, El Egipcio, en una de sus comparecencias ante el tribunal de Milán.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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