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EE UU revisa al alza su PIB del segundo trimestre hasta el 3,3%

El frenazo que en primavera registró la actividad económica en Estados Unidos no fue tan fuerte como se pensó en un primer momento. La evolución del PIB (producto interior bruto) en el segundo trimestre se revisó ayer al alza en cinco décimas, del 2,8% previsto hace un mes al 3,3%. Pero la tasa de crecimiento sigue siendo modesta y se mantiene lejos del 4,5% de incremento del primer trimestre por el impacto del precio de la energía y la caída del consumo.

El Departamento de Comercio atribuye esta revisión del dato de PIB, la tercera y definitiva, a un mejor comportamiento de lo esperado en la balanza comercial. También se produjo un ligerísimo incremento de las inversiones en la vivienda. En todo caso, el banco de inversiones Goldman Sachs asegura que "esta modesta revisión no tendrá consecuencias significativas" en el PIB del tercer y cuarto trimestre, que esperan que crezca en torno al 3,5%, por la acumulación de inventarios. El dato del tercer trimestre se publicará el 29 de octubre.

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La economía de EE UU crece por debajo de lo esperado, un 3,7% en el tercer trimestre

El consumo, el componente clave en el PIB estadounidense, se mantiene anémico al registrar entre abril y junio una subida de apenas un 1,6%, tres puntos y medio por debajo del dato del primer trimestre. El gasto en bienes duraderos cayó un 0,3% mientras que en los perecederos la subida fue del 0,1%. Del lado de la balanza comercial, el incremento de las importaciones se revisó a la baja del 14,1% al 12,6%. Las exportaciones subieron un 7,3%, frente al 6,1% inicial. Los beneficios corporativos cayeron un 0,7% frente a una previsión de crecimiento del 1,2%.

El segundo trimestre se cierra así con el registro más bajo de los últimos cinco trimestres, lo que muestra una vez más que los incentivos fiscales -reducciones de impuestos e incremento del gasto- y monetarios -bajos tipos de interés- activados en EE UU para salir de la recesión de 2001 ya no están teniendo efecto sobre el crecimiento económico. En precios, uno de los indicadores clave sobre el que la Reserva Federal basa su política monetaria, el deflactor del PIB se mantuvo estable en el 3,2% y los precios vinculados al consumo personal en el 1,7%. Esto confirma que la economía crece sin presiones inflacionistas serias.

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